“Si prospera en el Senado, tendremos una ley que nos dé previsibilidad en las acciones”

En declaraciones a Mañanas Diferentes, por FM Espectáculo 93.1, el rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Mariano Hermida, habló sobre el paro convocado para el lunes y las dificultades que atraviesa la casa de estudios ante el desfinanciamiento impuesto por el Gobierno nacional.

USHUAIA.- Hermida explicó que “como en todas las universidades del país, estamos viviendo un proceso crítico desde diciembre del 2023. Esto lo venimos diciendo, reclamando y manifestando desde el inicio de la gestión de Javier Milei. Tiene vaivenes. A veces hay actualizaciones presupuestarias que nos permiten llegar mejor a un mes, pero después se vuelven a atrasar, porque no acompañan el proceso inflacionario”.

“El atraso significativo de los salarios de los trabajadores y trabajadoras docentes y no docentes viene impactando su bolsillo, y es un problema en términos académicos. Afecta la calidad de las aulas, porque el trabajo de investigación y demás se va retrasando. Además, ven afectado su poder adquisitivo. Esto ha llevado a un paro el día lunes, al que ha adherido todo el arco sindical”, advirtió.

Asimismo, recordó que “la semana pasada ha tenido media sanción una Ley de Financiamiento Universitario, que probablemente sea una respuesta a este déficit presupuestario que venimos teniendo. Esto es producto de que está faltando la Ley de Presupuesto, que es la ley madre. Ya tenemos dos reconducidos, lo que permite la discrecionalidad de otorgar o no otorgar los aumentos correspondientes”.

“La UNTDF está funcionando. Hemos iniciado el cuatrimestre y se están dando las clases. Con mucho esfuerzo de los docentes y no docentes, estamos llevando a cabo las actividades, para que la universidad siga siendo el baluarte que tenemos, que hemos sabido conseguir”.

Hermida expuso que “los trabajadores y trabajadoras han convocado a paro y tiene que ver especialmente con el atraso de los salarios. Respecto a los rectores, acompañamos la Ley de Financiamiento Universitario, facilitamos espacios de articulación y tratamos de generar espacios de diálogo que nos permitan un mejor financiamiento de las universidades. Especialmente en lo que tiene que ver con gastos de funcionamiento. También están muy atrasados”.

Sobre la falta de financiamiento, advirtió que “las partidas se demoran más en llegar a la universidad, lo que genera complicaciones a la hora de atender los gastos de funcionamiento, como la luz o el gas. Todo aumentó para todos”.

A esto se suma que “otras fuentes, como programas de fortalecimiento para equipamientos informáticos; o financiamiento para mejorar la calidad de las telecomunicaciones. Hubo programas de virtualización. Prácticamente se han eliminado todos, lo que genera un deterioro en el parque informático y el funcionamiento de la universidad, lo que afecta la calidad de los servicios. Si no tenemos buenas computadoras, es difícil desarrollar tareas académicas y administrativas”.

De igual forma, destacó que tratan “de mejorar”: “Son años bastante complejos. Venimos viviendo dos años con cierta complejidad. Esta es una situación de todo el sistema universitario, que viene viviendo un proceso complejo. Cada tanto hay alguna respuesta, particularmente producto del acompañamiento popular. También por el acompañamiento de legisladores que han dado la media sanción a la Ley de Financiamiento Universitario”.

El sociólogo y doctor en Ciencias Sociales manifestó que “la falta de un presupuesto quita la previsibilidad a la larga de la planificación como la conocemos. Esto va estableciendo criterios de prioridades que tratamos de ir resolviendo”.

“Estamos haciendo un esfuerzo importante y quiero destacar a los trabajadores docentes y no docentes, que son los que permiten que sostengamos la institución y le ponen el cuerpo al ajuste sistemático que venimos sufriendo en estos dos años. Tenemos alternativas que tratamos de gestionar, pero es complejo”, subrayó.

“Tratamos de responder a todas las necesidades, con esta mayor dificultad. No son épocas de vacas gordas, sino de vacas flacas y tratamos de responder a las necesidades. Creemos que la universidad ha apuntado a la respuesta”.

De igual forma, el rector de la UNTDF puso en valor que “en septiembre tendremos dos colaciones de grado en Ushuaia y Río Grande, con casi ciento y pico de graduados que recibirán su título. Estamos llegando a los 400 títulos y diplomas entregados. Es una respuesta significativa en un territorio con 200 mil habitantes y 4 mil estudiantes. Termina siendo una buena alternativa para el Estado y las empresas del territorio. Creemos que eso nos permite tener cierta solvencia territorial”.

Fue en esta línea que se refirió a la oferta de la casa de estudios y brindó detalles de cómo se distribuye la matrícula: “Siempre tenemos más inscriptos en algunas carreras tradicionales que venían de la San Juan Bosco, como Contador Público o Turismo. Quiero destacar que la oferta de la universidad es muy nutrida y ha brindado graduados en Sociología, Ciencias Políticas, Ciencias Ambientales, Biología, Geología, Gestión Educativa, Educación Primaria”.

“Tenemos una oferta muy nutrida y hemos tenido graduados en todas las áreas. Eso ha nutrido al Estado provincial, a los Estados municipales o las empresas del sector productivo. Es una muy buena oferta con un abanico que ha cubierto toda la demanda territorial”, ponderó.

Al mismo tiempo, aseveró que “la matrícula viene sosteniéndose. Se dan redistribuciones de la matrícula. Se popularizan ciertas carreras en el escenario de elecciones de los estudiantes, lo que genera cierta redistribución. Estamos trabajando en la deserción estudiantil. El acceso a las universidades públicas es irrestricto y no arancelado, con lo cual siempre tienen una tasa un poco más elevada de deserción”.

“El sistema universitario tiene alternativas para empezar a ofrecer el bachiller universitario. Estamos empezando a discutir y trabajar en alternativas de titulación de ese trayecto formativo. También estamos generando alternativas de funcionamiento de la Secretaría de Bienestar, para el acompañamiento estudiantil y tener mayor seguimiento de los estudiantes. En lo que tiene que ver, también, con los aportes económicos que hace la universidad con el régimen de becas”, contó.

“Lo que hacemos es trabajar en las características de deserción, continuidad y retención de la matrícula, más que en la ampliación, porque siempre está limitada a cuestiones demográficas. Es más compleja”.

Para cerrar, Hermida señaló que “la diversidad de la oferta permite generar retención, porque las carreras son más específicas. Esto nos brinda mejores capacidades de respuestas. Estamos trabajando en esos dos niveles, con procesos de seguimiento estudiantil. Hay esfuerzos importantes de la universidad para mejorar la retención”.

“Yo diría que los niveles de deserción no son tan elevados. Estamos teniendo buenos niveles de graduación. Estamos haciendo esfuerzos por mejorar la retención de los estudiantes. La crisis golpea a todos y tiene un impacto en todos nuestros estudiantes que ven ralentizada su carrera: rinden menos, porque deben trabajar más horas”, culminó.

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