NUEVA YORK (AFP).– Las fuertes lluvias que se presentaron ayer en Nueva York obligaron a cancelar 55 partidos de singles del US Open, entre ellos los de los cuatro argentinos que debutaban: el tandilense Juan Martín Del Potro, los bonaerenses Federico Delbonis y Nicolás Kicker, y el correntino Leonardo Mayer, el único que pudo iniciar su encuentro ante el francés Richard Gasquet.
En las canchas de cemento de Flushing Meadows, Nueva York, donde se disputa el último Grand Slam de la temporada, sólo hubo actividad en el estadio Arthur Ashe, que tiene techo.
Los partidos de los cuatro argentinos estaban previstos para la canchas destechadas del complejo en distintos horarios, por lo que solo pudo tener acción Mayer.
El Yacaré, 59 del ranking mundial, estaba en plena remontada ante Gasquet (30) cuando la lluvia apareció y obligó a frenar el match que tenía un marcador de 3-6 y 6-2 para el argentino.
Los bonaerenses Guido Pella y Nicolás Kicker deberán esperar para hacer su presentación ante el belga Steve Darcis y el alemán Cedrik-Marcel Stebe, respectivamente.
Del Potro, 28 en el ranking mundial y el mejor argentino de la actualidad, se presentará en el torneo neoyorquino -donde fue campeón en 2009- frente al suizo Henri Laaksonen (94).
Una declaración del US Open ayer por la tarde señaló que los pronósticos del tiempo indicaban “lluvia continua durante el resto del día”, lo que provocó la cancelación de los partidos en las canchas al aire libre.
Ganó Nadal
Rafael Nadal, número uno mundial, controló un desborde del serbio Dusan Lajovic en el primer set antes de encaminarse a una victoria de 7-6 (8/6), 6- 2, 6-2, que le abrió las puertas ayer a la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos.
Nadal, campeón del US Open en 2010 y 2013, se tuvo que emplear a fondo en la primera manga para superar a un rival 85º del ranking mundial, que comenzó con mucha agresividad.
Las cosas empezaron complicadas para el español cuando Lajovic le hizo el quiebre tempranero y se adelantó 3-1 primero, para repetir e irse arriba 5-3.
Rafa tuvo entonces una furiosa reacción y ganó los ochos juegos siguientes con una volea demoledora y pases pegados a las rayas, que pusieron a correr al serbio por toda la cancha. .
Luego de una hora y cuatro minutos de juego, incluida una minimanga de desempate (8/6), Nadal se alzó con el set y puso el pie en el acelerador para ganar ocho games seguidos y asegurar el partido.
Las siguientes dos mangas las transitó con tranquilidad, ante un rival que al parecer agotó todas sus reservas en el tiebreak del primer set.
