Los países amazónicos anunciaron hoy jueves el lanzamiento de un proyecto conjunto de monitoreo de la selva tropical, que integrará datos científicos y tecnológicos con el apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués) de Brasil, en el marco de la COP30 que realiza en la ciudad brasileña de Belém.
BELEM, BRASIL (Xinhua/NA).- La iniciativa, coordinada por la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), contará con 55 millones de reales (10 millones de dólares) del Fondo Amazonia, administrado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.
El objetivo es reforzar los sistemas nacionales de observación de la Amazonía y fortalecer las capacidades técnicas destinadas a prevenir y controlar la deforestación y la degradación forestal.
“La Amazonia es un vasto sistema, un bioma, y como en cualquier rompecabezas, dañar una pieza daña otra. Todo es importante, cada árbol es importante. Necesitamos monitoreo para poder actuar de forma preventiva o curativa, según su estado”, señaló el etnólogo colombiano Martín von Hildebrand, secretario general de la organización.
La OTCA está integrada por ocho países miembros: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, y actúa como un organismo intergubernamental que promueve el desarrollo sostenible en la región amazónica, la cual abarca 6,7 millones de kilómetros cuadrados y alberga a cerca de 50 millones de personas.
La selva amazónica es considerada esencial para la regulación del clima global, ya que sus corrientes de humedad transportan lluvias hacia amplias zonas de América del Sur.
Según la ministra brasileña de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, el INPE será responsable de la transferencia de tecnología a los demás países amazónicos. “Ya está en marcha el panel técnico-científico para el monitoreo de la Amazonía, que servirá de base para políticas públicas relacionadas con el clima, la biodiversidad, los recursos hídricos y pesqueros”, explicó Silva.
La ministra Marina anunció además la creación de una comisión de ministros de Medio Ambiente de los países amazónicos para alinear estrategias comunes de protección de la selva y combatir el crimen ambiental transfronterizo.
“Queremos apostar por una agenda de desarrollo sostenible, con infraestructura verde y resiliente, combate a la criminalidad y protección de la biodiversidad. También es fundamental garantizar el acceso justo a los recursos genéticos y evitar la biopiratería”, señaló.
Cada país amazónico cuenta con sus propios sistemas de control territorial, pero la OTCA busca armonizar y estandarizar los procedimientos de monitoreo. Uno de los principales instrumentos a reforzar será el Observatorio Regional de la Amazonia (ORA), que ya reúne bases de datos sobre biodiversidad, recursos hídricos, incendios, pueblos indígenas y áreas protegidas, entre otros temas.
“El proyecto desarrollará la interoperabilidad entre los sistemas nacionales. Es un proceso de construcción colectiva. Brasil no va a imponer nada, ni los demás países a Brasil. Pero si no unificamos la metodología, el crimen organizado sale ganando”, advirtió la directora socioambiental del BNDES, Tereza Campello, al explicar los objetivos del programa.
Finalmente, Hildebrand subrayó que la eficacia del plan depende de la cooperación plena entre los países. “Si no reunimos la información de toda la región, de nada sirve reparar un lado mientras se destruye el otro”, concluyó el secretario general de la OTCA.
La 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se lleva cabo hasta el 21 de noviembre en la ciudad amazónica de Belém.
CRÉDITO IMAGEN DE PORTADA: Cumbre de Lideres que antecede a la COP30 de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, en Belem, Brasil. FOTO: Xinhua/Lucio Tavora/NA.