El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reunió con sus principales asesores de seguridad nacional en la Oficina Oval de la Casa Blanca para evaluar los próximos pasos, incluyendo posibles ataques terrestres contra Venezuela.
WASHINGTON (Xinhua/NA).- Según informes de prensa, Trump fijó el viernes pasado como fecha límite para que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, renunciara al poder y abandonara el país sudamericano, rico en petróleo, con su familia, durante una conversación telefónica mantenida entre ambos el 21 de noviembre, pero Maduro se negó a cumplir.
Durante la conversación telefónica, Maduro rechazó el ultimátum y exigió una “amnistía global” para él y los demás, según informes publicados el domingo y el lunes.
Trump confirmó el domingo la conversación entre ambos líderes, declarando a la prensa: “No diría que salió bien ni mal, fue una llamada telefónica”.
Fuentes informaron al Miami Herald, periódico estadounidense, que Trump envió un “mensaje directo” a Maduro durante la conversación telefónica, en medio de una creciente campaña de presión en la que la Casa Blanca intensificó la presencia militar estadounidense en el Mar Caribe desde agosto, una concentración no vista en al menos tres décadas.
“Puedes salvarte a ti mismo y a tus seres queridos, pero debes salir del país ahora”, supuestamente le comunicó Trump, ofreciendo seguridad a Maduro y a su familia “solo si aceptaba renunciar de inmediato”.
Sin embargo, Maduro supuestamente se negó a ceder el poder y, según informes, presentó sus propias demandas, incluyendo inmunidad global y la posibilidad de mantener el control del ejército si dimitía.
El Miami Herald afirmó que no se produjo ningún otro contacto entre ambos líderes, aunque Maduro supuestamente solicitó una segunda llamada después de que Trump cerrara el espacio aéreo venezolano.
El mes pasado, Trump afirmó que no descartaría el uso de la fuerza militar en Venezuela por tierra para desmantelar lo que la administración Trump llama “narcoterroristas”. Sin embargo, los críticos cuestionan si la lucha contra el narcotráfico es realmente el único motivo estadounidense.
Washington desplegó alrededor de una docena de buques de guerra y 15.000 soldados en el mar Caribe, que comparte una parte significativa de la costa con Venezuela. Las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo al menos 21 ataques conocidos desde el 2 de septiembre contra embarcaciones sospechosas de transportar drogas en el Caribe y el Pacífico Oriental, matando al menos a 83 personas.
El secretario de Defensa de los Estados Unidos, Pete Hegseth, sostuvo el viernes que los ataques son “legales”, tras un informe de The Washington Post que afirmaba que Hegseth ordenó al ejército “matar a todos”, lo que provocó un segundo ataque el 2 de septiembre contra un barco para asegurar que no hubiera sobrevivientes.
En sus palabras de Acción de Gracias a las tropas estadounidenses el jueves por la noche, Trump sugirió que Estados Unidos podría “muy pronto” tomar medidas contra las redes de narcotráfico en Venezuela por tierra.
“Comenzaremos a detenerlos por tierra. Además, por tierra es más fácil, pero eso comenzará muy pronto”, anunció el mandatario.
Sin embargo, algunos analistas locales expresaron su escepticismo ante la posibilidad de que Trump realmente emprenda acciones militares.
“Maduro y la mayoría de sus secuaces consideran las amenazas militares estadounidenses como un engaño”, declaró al Wall Street Journal el mes pasado una fuente vinculada a altos funcionarios venezolanos.
Michael O’Hanlon, investigador principal de la Brookings Institution, declaró a Xinhua: “Dudo mucho que Trump invada, pero los presidentes estadounidenses a menudo se ven tentados a intentar un cambio de régimen en el extranjero cercano”.
La opinión de Galderi
Christopher Galdieri, profesor de ciencias políticas en el Saint Anselm College, en el estado nororiental de New Hampshire, declaró a Xinhua que la administración Trump “no ha hecho ningún esfuerzo por convencer al país, como lo hizo la Casa Blanca (del presidente George W.) Bush durante la mayor parte del año previo a la invasión de Irak en 2003”.
“El argumento del narcotráfico parece excepcionalmente endeble”, afirmó Galdieri.
Durante su campaña presidencial, Trump “se opuso a la intervención estadounidense en Oriente Medio y Ucrania, y ahora ambas situaciones continúan, mientras que podría estar añadiendo un conflicto nebuloso con Venezuela a la mezcla”, añadió Galdieri.
CRÉDITO IMAGEN DE PORTADA: Aviones de pasajeros permanecen estacionados en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía, estado de La Guaira, Venezuela. Gobiernos y organizaciones de Colombia, Cuba, República Dominicana, Irán y otros países rechazaron las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quién afirmó que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores debía considerarse completamente cerrado. Autor: Xinhua/Li Muzi.