Las fuerzas de Reino Unido completaron nuevos ejercicios en las Islas Malvinas con cuatro aviones en el aire. ¿Disuasión por los F-16?
Nuevas maniobras militares del Reino Unido fueron completadas en las Islas Malvinas durante los primeros días de diciembre. Bajo el mando del Comandante de las Fuerzas Británicas del Atlántico Sur, Brigadier Charlie Harmer, el país europeo marcó presencia con despliegues por tierra, agua y aire.
Todo sucedió en el marco de la Operación Southern Sovereignty, donde se completaron ejercitaciones tácticas de despliegue en distintas islas del archipiélago usurpado y reclamado por Argentina. El comando supervisó los ejercicios a bordo del HMS Forth, buque destructor desplegado como elemento central de las defensas británicas en la zona.
Dentro de la ejercitación prevista, hubo un despliegue logístico simultáneo en distintas áreas, que permitió probar la capacidad de operar de manera integrada por parte de las tres fuerzas. Sin embargo, el hecho más significativo dentro de la relación diplomática que afecta a Argentina fue el despliegue aéreo de al menos cuatro cazas Eurofighter Typhoon que están desplegados en las islas para la defensa de la ocupación británica.
El vuelo de esos aviones llega a pocos días de que Argentina celebrase la recomposición de las capacidades supersónicas mediante la incorporación del sistema de armas F-16 Fighting Falcon provisto por Dinamarca en conjunto con Estados Unidos. Las primeras seis unidades arribaron al país y fueron recibidas con un festejo por parte del Gobierno argentino.
Reino Unido y la disuasión
Al respecto, el Gobierno británico difundió declaraciones del Brigadier Harmer, quien admitió la naturaleza política de la misión. Según el alto mando, las maniobras sirven para marcar presencia y disuadir preventivamente cualquier intención de avance sobre las islas.
La Operación Southern Sovereignty me permitió poner a prueba nuestra capacidad para proyectar poder en toda el Área Operacional Conjunta y en los dominios marítimo, terrestre y aéreo simultáneamente. Si bien tranquiliza a la población, en última instancia contribuye a mi misión de disuadir la agresión en las Islas del Atlántico Sur y demuestra la soberanía del Reino Unido en acción, explicó Harmer.
En ese sentido, el Ministerio de Defensa británico ponderó el rol de las fuerzas desplegadas en el Atlántico sur como un papel táctico crucial en los intereses de la nación europea. “La Operación SOBERANÍA DEL SUR es un claro testimonio de la inquebrantable dedicación del Reino Unido a la protección de la soberanía y el mantenimiento de la seguridad en todo el Atlántico Sur”, apuntaron.
Además del rearme promocionado por el Gobierno argentino, las acciones militares británicas en las Islas Malvinas llegan semanas después de que el presidente argentino, Javier Milei, asegurara a la prensa de ese país que ambos gobiernos habían retomado las vías de diálogo directas para discutir la soberanía del archipiélago.
En ese sentido, Milei aseguró a The Telegraph que incluso la parte británica estaba analizando levantar el bloqueo de armas hacia el país sudamericano, algo que fue descartado de plano por fuentes oficiales.
El F-16 Fighting Falcon y los Eurofighter Typhoon
En términos técnicos, los Eurofighter británicos desplegados para la protección de la ocupación de las Malvinas son compatibles con el rearme que Argentina concretó este año. Se trata de un avión de cuarta generación con amplios atributos para el combate aéreo y que puede rivalizar directamente con el sistema fabricado por Lockheed Martin.
Su diseño es europeo y es uno de los cazas multirol más modernos del mercado, operados por la Royal Air Force, la Luftwaffe alemana, la Aeronautica Militare italiana y el Ejército del Aire y el Espacio español. En términos de antigüedad, es un sistema más novedoso que el F-16 y aún así, las fuerzas británicas estarían listas para discontinuarlo.
Si bien el Eurofighter puede quedar equiparado en ciertos aspectos con los F-16 incorporados por Argentina, las capacidades británicas son incluso más extensas. En ese sentido, basta con contar la posesión de nada menos que un sistema de quinta generación, como el F-35B Lightning de Lockheed Martin.