La joven, 31 años menor que el artista, era su seguidora y luego fue contratada por su equipo. Dice que fue “utilizada y humillada” por el músico, con quien mantuvo una relación.
Alejandro Sanz volvió a ser noticia durante este domingo y no precisamente por el Día del Padre.
El músico y cantautor español fue objeto de un descargo por parte de una joven compatriota suya que dice haber mantenido una relación íntima con él luego de haberse acercado como fan y haber sido contratada para trabajar junto al artista.
“Hola, soy Ivet y estoy aquí porque necesito contar mi historia con Alejandro Sanz. Por la niña que fui pero sobre todo por la mujer que soy hoy”, comienza el video publicado por Ivet Playà, que en su perfil de X (antes Twitter) se presenta como “Digital Creative Manager de profesión y gimnasta por vocación”.
“Todo empezó en 2015. Yo era su fan y él, pues me siguió en redes sociales, y yo alucinaba con que alguien como él, tan famoso y tan querido por todo el mundo, pues me mandara mensajes, me comentara las fotos, o incluso, publicaba cosas mías en sus redes”, expresa Ivet en el comienzo del testimonio.“El vínculo fue a más y quedamos por primera vez en privado cuando yo tenía 18 años. Él tenía 49 en ese momento”, detalla luego la joven. “Para mí ha sido muy duro asumir que Alejandro Sanz sabía perfectamente lo que yo era. Lo sabía desde el principio.Yo era una niña”, define después.“Una niña que con 19 años se puso a trabajar de dependienta para recorrerse toda España detrás de él. Me hice 10 conciertos en un mes y medio, y él lo sabía. Jugó con mis sueños, jugó con mi ilusión”, reflexiona Ivet, que comenzó a acercarse más y más al cantante a medida que fue ganando independencia económica. Luego, la joven cuenta cómo a raíz de un trabajo vinculado con el artista decidió mudarse a la capital española. “Con 22 años dejé mi hogar en Barcelona para mudarme a Madrid, sola, porque Alejandro Sanz me contrató para trabajar para él, y bueno, en esa época, no sé realmente el motivo pero nos espiaban las conversaciones que manteníamos por privado”, amplía.“Mi vínculo personal con Alejandro Sanz fue irremediable y se convirtió en íntimo y sexual”, sentencia la mujer en uno de los pasajes más significativos de su relato. “Se suponía que estaba viviendo un sueño más de su mano, pero la realidad se convirtió en una terrible pesadilla. No tengo palabras para expresar lo que he sentido”, añade Playà.“Me siento engañada, me siento utilizada, me siento humillada, me siento incluso sucia porque no sé quién ha podido ver lo que yo le mandaba en mi más absoluta, íntegra, intimidad”, apunta luego. “Sus acciones llegaron a traspasar cualquier límite de lo que yo considero moral e incluso humano”, expresa Ivet en otro duro momento del testimonio.
“Si tú, que has llegado hasta aquí, te preguntas que por qué estoy aquí contando esto, es porque a mí Alejandro Sanz me ha llevado por delante, a mí me ha dado miedo. Él mismo lo reconoce. Creo que vive en la realidad paralela que lleva construyéndose desde hace muchísimos años y creo que se siente que está por encima del bien y del mal. Eso es tremendamente peligroso, porque creo que en el fondo lo está”, detalla hacia el final.“Nadie es capaz de plantarle cara y eso es aun más peligroso. Pero yo, pues, conmigo no se firmó ningún papelito, y en parte siento la responsabilidad moral, porque puedo y porque creo que soy de las pocas que puedo hacerlo, de plantarme aquí y demostrar que tarde o temprano la verdad sale a la luz. Que ya está bien, que conmigo se ha equivocado hasta el final”, argumenta Ivet. “Ya no soy esa niña que está dispuesta a todo para estar más cerca de él. La Ivet de hoy sabe lo que es un vínculo sano, proporcional y recíproco. Y reconoce cuando alguien hace las cosas con el corazón, y cuando alguien se siente tan vacío por dentro que sólo se siente bien utilizando el corazón de los más. ¿Y ahora qué? Y ahora la verdad. Y ahora yo», cierra el mensaje.Hasta este momento, el testimonio ha cosechado más de 16 millones de reproducciones y ha sido compartido por diferentes medios españoles. De momento, ni Sanz ni su entorno se han hecho eco del descargo publicado por la mujer.