El libertario Johannes Kaiser Barents-von Hohenhagen saltó de YouTube a la Cámara de Diputados de Chile y, con un discurso de ultraderecha en el que promete reducir el Estado, la expulsión masiva de migrantes sin papeles y sacar al país sudamericano de organismos internacionales, persigue la banda presidencial en las elecciones de este domingo con posibilidades reales.
SANTIAGO (Xinhua/NA).- Antes de su irrupción en la política, Kaiser era un creador de contenidos en YouTube, con videos que criticaban la violencia en el estallido social de octubre de 2019 en Chile y defendía a militares que violaron los derechos humanos condenados por sus actos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El político de ascendencia alemana, de 42 años, también relativizó en este espacio el derecho al voto de las mujeres y se burló del movimiento feminista, en el marco de su batalla cultural “contra el progresismo”, por lo que debía pedir disculpas.
Kaiser llegó al Congreso con el Partido Republicano (PR) en 2022, del candidato también presidencial ultraderechista José Antonio Kast.
Sin embargo, abandonó este colectivo tras acusarlo de actuar de forma conservadora y, como respuesta, creó el Partido Nacional Libertario.
Su salida del partido de Kast fue porque en el fallido segundo intento chileno por cambiar la Constitución, que lideró el PR, se consagraba al país como una socialdemocracia en el proyecto final.
Asimismo, afirmó hace un mes en TVN, la televisión pública chilena, que va a retirar al país sudamericano de “muchas organizaciones internacionales cuya utilidad no se me descubre absolutamente”. Por esta razón, también cuestionó el Plan Nacional de Vacunación chileno, al criticar la cantidad de dosis que se inoculan a los niños y su base científica, lo que desencadenó una oleada transversal de detractores.
Las últimas encuestas lo sitúan entre el tercer y segundo lugar, una irrupción meteórica con posibilidades reales para alcanzar la segunda vuelta.
En su cierre de campaña en Santiago, celebrado el miércoles pasado, Kaiser señaló sobre migración que “un país no puede recibir más de dos millones de personas en siete y ocho años”.
“La gente que entró legalmente no tiene nada que temer, pero la gente que entró por la ventana se tiene que ir por la puerta”, aseguró.
En esta línea, anunció un plan masivo de expulsiones y operativos con “campos de reconducción o campamento muy cerca de la frontera con Bolivia”.
Y señaló que busca hablar con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para enviar presos a la megacárcel del país centroamericano.
La primera vuelta presidencial será mañana, cuando 15,77 millones de personas habilitadas sufraguen por uno de los ocho candidatos, en la primera elección presidencial con carácter obligatorio en el país austral.
CRÉDITO IMAGEN DE PORTADA: Diario Uchile / Radio Universidad de Chile.