“Los pobladores que viven a orillas del canal Beagle no ven con buenos ojos los intereses económicos y políticos para una zona que hace muchos años se desarrolla como polo productivo, con aguas de calidad preantárticas, clasificadas y libres de total contaminación”, argumentaron.
USHUAIA.- El martes 4 de mayo, en Puerto Almanza, un grupo de vecinos mantuvo una reunión general de la junta vecinal de esa localidad y de Punta Paraná. El encuentro fue convocado a las 16:00 para tratar la ampliación del ejido urbano de la ciudad capital.
Ante la presencia de los vecinos, pescadores, productores y prestadores de servicios, “se decidió en forma unánime y democráticamente bajo el sistema mano alzada, no pertenecer a la ampliación del ejido urbano de la ciudad de Ushuaia”, informó uno de los vecinos presentes en la votación.
“Los pobladores que viven a orillas del canal Beagle no ven con buenos ojos los intereses económicos y políticos para una zona que hace muchos años se desarrolla como polo productivo, con aguas de calidad preantárticas, clasificadas y libres de total contaminación”, aseguró el mismo vecino.
Puerto Almanza y Punta Paraná han sido zona de sustento y producción acuícola hace más de 40 años, “zonas libre de contaminación marina, fuente de producción acuícola de más del 67% de los distintos productos que se comercializan en la provincia, muchos de ellos apreciados y consumidos por los miles de turistas que visitan y recorren nuestra querida provincia; debido a ello en los últimos diez años se ha desarrollado un corredor turístico-gastronómico ofreciendo al visitante las riquezas del canal Beagle, productos del mar a la mesa, posicionando la zona como un nuevo destino gastronómico regional, nacional e internacional totalmente atractivo y único por su entorno”, esgrimieron en el encuentro.
“El crecimiento en los últimos años de Puerto Almanza y Punta Paraná ha sido gracias al esfuerzo y sacrificio de cada pescador artesanal, productor y vecino que habita en estas latitudes donde hacen soberanía”.
“Actualmente la zona captura el interés de políticos y empresarios que solo ven la oportunidad para sacar beneficios económicos sin tener en cuenta el daño que pueden causar al desarrollo productivo, turístico y gastronómico de Tierra del Fuego, lo que también afectaría a la pequeña comunidad pesquera que vive y sustenta a sus familias gracias a la pureza y calidad de las aguas del canal Beagle”.