Primer aniversario del comedor Alietatí Pies Descalzos

A pesar del aislamiento preventivo por coronavirus el comedor Alietatí Pies Descalzos, de la Margen Sur, mantuvo siempre su actividad y este sábado cumplió un año.

RIO GRANDE.- Este sábado y en medio del aislamiento preventivo por coronavirus, integrantes del comedor Alietatí Pies Descalzos llevaron adelante una jornada especial en el marco de su primer aniversario. Según sus integrantes, Alietatí Pies Descalzos nació un 8 de mayo de 2020 a causa de la necesidad que tienen muchas familias de la Margen Sur.

Mabel Acuña, una de las principales referentes e impulsoras de este comedor, recordó que hace un año “yo estaba colaborando con otro comedor pero con el tema de la pandemia hubo que dejar de trabajar. Sin embargo, yo insistí con que debíamos seguir asistiendo a las familias; por eso, convoqué a mis amigas a que comencemos a gestar un comedor y gracias al apoyo que recibí de ellas es que pudimos comenzar con el comedor; que ya hace un año que asiste a las familias de la Margen Sur”.

Explicó que, “de inmediato pedimos la colaboración de las autoridades de Gobierno y del Municipio de Río Grande que no dudaron en acompañarnos y así comenzamos”.

En sus comienzos, el comedor Alietatí, Pies Descalzos preparó 45 viandas y ahora se entregan alrededor de 300 viandas cada sábado.

Otras acciones

En tanto, durante la semana, el comedor continúa con su acción solidaria y entrega viandas de manera individual a familias muy necesitadas y también hace entrega de bolsones de alimentos.

En los tiempos duros del aislamiento este comedor también asistió a esas familias que, por estar aisladas, no podían salir a buscar sustento. A esas familias, el comedor las asistió de manera permanente para que puedan tener su plato de comida mientras duró su aislamiento por los problemas del coronavirus.

En tanto, las integrantes del Comedor Alietatí indicaron que la demanda de comida crece día tras día “y eso es lamentable”, indicó Priscila Ramella, dueña de la casa donde funciona el comedor.

Un equipo especial

Cabe señalar que la labor que lleva adelante Mabel Acuña no podría mantenerse sin la colaboración imprescindible de Priscila Ramella quien, de manera desinteresada, ofrece su casa para que funcione allí el comedor Alietatí. La casa de Priscila se encuentra ubicada en la intersección de las calles Alietatí y Yaghan, de la Margen Sur, lugar donde se celebró el primer aniversario.

En tanto que Elba Ramella cumple la función de “jefa de cocina” y es quien le da el toque especial a cada menú para que la gente pueda consumir comidas exquisitas, elaboradas con mucho cuidado y con los nutrientes necesarios para cada familia.

Finalmente, las integrantes del comedor agradecieron a todos los comerciantes y entidades que, de manera desinteresada, colaboran con esta acción.

En el mismo comedor tienen un ropero comunitario que funciona cada 15 días. Esos días se entregan las prendas que se recibieron durante la semana.

Entrega con protocolo

La modalidad de entrega de viandas con juguetes se llevó adelante bajo estricto protocolo preventivo por coronavirus; pero “esta vez, cada entrega estuvo acompañada por un presente para cada niño”.

Cabe señalar que Alietatí Pies Descalzos entrega cada sábado alrededor de 250 viandas a familias necesitadas “y siempre se suma gente que necesita”, finalizó Mabel Acuña.

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