Un helicóptero británico en Punta Arenas

“Nosotros, los soldados de la Fuerza Aérea, Infantería de Marina, y Ejército, de las bases patagónicas, fuimos olvidados”, expresó Alejandro Nicolás Lazowik, uno de los soldados desplegados en Patagonia. En el día en que se cumplieron 39 años del ataque a la base Aeronaval de Río Grande, conocida como OPERACIÓN MIKADO, el veterano volvió a reclamar los derechos y reconocimiento para sus compañeros.

RIO GRANDE.- Leyes nacionales como las 23109 los reconocieron en un momento como veteranos de guerra, con todos los derechos y honores correspondientes. Sin embargo, en 1988, un Decreto nacional, anuló dicha norma.

“En el año 88 se nos deja fuera de todo reconocimiento. Habiendo sido nosotros quienes diezmamos a la flota, atacamos a la flota naval; de la Fuerza Aérea Sur, los únicos reconocidos fueron los pilotos”, explicó Lazowik.

El excombatiente, además, explicó que lo que despliega la Fuerza Aérea, son sistemas de armas: “Un sistema de armas es los pilotos, los armeros, mecánicos, ingenieros, civiles, y los soldados que hacíamos todas las funciones como las colimbas. Fue algo histórico. Hasta hoy, el mundo habla de lo que hicieron nuestros pilotos, pero al resto del sistema de arma se lo traicionó”, insistió.

Un secreto vivo y enterrado

Ayer 18 de mayo, se cumplían 39 años del ataque en Río Grande. El mismo, no fue efectivo, por lo que, el helicóptero que trasladaba a los comandos hacia el suelo riograndense fue desmantelado, destruido y enterrado en suelo chileno.

“De haber tenido éxito ese ataque, hubiese tenido cientos de muertos. Porque nuestras bases estaban repletas de personal militar”, afirmó el veterano.

Y agregó: “El brigadier Ureta volvió a decir hace poco, que todas, las seis bases que teníamos en la Patagonia fueron atacadas, que nosotros tenemos los mismos derechos que los que estuvieron en las Islas  embarcados”.

Lazowik también mencionó al teniente Richard Hutchings, con quien los excombatientes argentinos aún tienen contacto a través de redes sociales: “Él fue el que trajo a los comandos  con el helicóptero que fue destruido en la base chilena de Punta Arenas. Él me cuenta experiencias que publicó en uno de sus libros que, además, están auditadas por la corona británica. Él mismo me dijo que más pruebas, no hay”, indicó.

“En algún momento -siguió diciendo Lazowik- él va a venir a presentar su testimonio ante la Justicia y el Congreso para que se terminen los años de encubrimiento de los ataques británicos en la Patagonia. Hay diecisiete caídos en combate de mis compañeros en la Patagonia, que son héroes nacionales. Que todavía siguen diciendo que fueron accidentes”.

En cuanto a la situación actual, el excombatiente recordó que, desde hace tres años, están pidiendo que se vuelva a reconocer la ley que les había otorgado la veteranía en un principio: “Nosotros estábamos encuadrados en las leyes nacionales hasta el año 88. El decreto 509 nos borró. El Ministerio de Defensa sigue con librito incomprensible, los jueces votan cualquier cosa. Estamos en todas las leyes internacionales de guerra, a los que Argentina adscribe. Pero acá, fuimos, traicionados, y olvidados”, dijo, con vehemencia.

“Mientras tanto, mis compañeros se mueren. Hace dos días falleció Sergio de Aute, que estaba en la Base de Río Gallegos, y se fue a la tumba sin su reconocimiento”, concluyó.

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