La legislatura estatal de Florida debe resolver hacia dónde irá el 1% de la materia fecal.
Uno de los lugares en donde vive Jeff Bezos es una isla hecha por el hombre junto a las costas de Florida: Indian Creek Village. Su población predominante son los multimillonarios, por lo que se la llama “Bunker multimillonario”. De hecho, si no eres multimillonario es bastante difícil que entres. El puente que une el continente con la isla está cerrado al público, protegido por guardias armados y con un sofisticado sistema de seguridad. Pero aunque la isla está casi totalmente apartada del resto de la humanidad, hay algo que sus habitantes sí parecen querer compartir con el mundo exterior: su pis y su caca.
El New York Times informa sobre un entretenido entuerto entre Indian Creek Village y una ciudad vecina, Surfside, también poblada por gente rica (aunque no tanto como los que viven en la isla). Indian Creek no tiene la infraestructura subterránea como para gestionar su caca, por lo que la solución que se les ocurrió fue enviarla a través de Surfside hasta llegar al sistema cloacal regional. Lamentablemente, Surfside no quiso dejar pasar la caca a menos que Indian Creek estuviera dispuesta a contribuir U$ 10 millones a la comunidad para destinarlos a futuras mejoras del sistema cloacal. Entonces Indian Creek dijo que el pedido era una “extorsión”.
“No nos van a extorsionar” le dijo al Times Stephen J. Helfman, abogado de la ciudad. “Somos un gobierno local al igual que lo son ellos. También ellos tienen mucho dinero”.
Buscando luchar contra esta grave injusticia el concejo deliberante de la comunidad viajó al Capitolio Estatal de Florida para resolver el desacuerdo fecal. El Times señaló que Jared Kushner, el yerno de Donald Trump, forma parte de Indian Creek Village y es miembro del concejo deliberante.
Proyecto de ley
Y parece que la estrategia funcionó porque el Times dice que ahora un proyecto de ley de transporte aprobado por la legislatura estatal incluye “una nueva medida que prohíbe que las municipalidades bloqueen o cobren por instalar tuberías cloacales, como la que quiere construir Indian Creek, por ejemplo”. Lo que falta es que el gobernador Ron DeSantis firme para que se convierta en ley. Charles Burkett, alcalde de Surfaside, le dijo al Times que no supo de esta movida legislativa:
El Sr. Burkett dijo que no sabía que Indian Creek había llevado el tema a Tallahassee hasta que lo llamó alguien de la oficina del gobernador. Dijo también que el funcionario parecía conmiserarse de la situación de Indian Creek. “Es quien dijo algo así como: ‘Vamos a hacer una ley, y así se resolverá el problema’”, comentó el Sr. Burkett.
Gizmodo se comunicó con Helfman, que dijo que la villa “estaba trabajando en un plan para eliminar los tanques sépticos para cumplir con la reglamentación ambiental estatal y local”. Helfman dijo que cuando la comunidad “solicitó el permiso de la agencia ambiental del estado de florida para la obra que incluye una tubería de 4 pulgadas (10 cm) bajo una calle pública en la ciudad de Surfside”, Surfside se negó que otorgar el “permiso administrativo de rutina para que se instalase la tubería. El alcalde de Surfside exigió varias cosas a diferentes funcionarios de ICV, solicitando el pago de U$ 10.000.000 como condición para el permiso. Y entonces Indian Creek se negó”.
“Notificamos del problema al estado de Florida en caso de que conocieran casos similares en otras ciudades. Creemos que el estado no tuvo éxito en su pedido a Surfside, dijeron algunos representantes. “El estado entendió que hacía falta un cambio en la ley estatal para impedir que esto suceda con otras ciudades. El proyecto (que pasó por ambas cámaras de la legislatura) dice simplemente que cuando una ciudad realiza la conversión del sistema de tanques sépticos a sistema cloacal con permiso del estado, no hace falta permiso del gobierno local para usar una calle pública”.
Helfman también aclaró que Indian Creek Village “construyó su propio sistema cloacal” y que la comunidad solo intentaba “instalar una tubería en una calle pública de Surfside” para conectarla a “un sistema regional utilizado por todas las ciudades y operado por el gobierno del condado”.
Aparentemente, el caso de la isla multimillonaria que exporta su caca a otro lugar suena como buena metáfora para el orden socio-político de hoy.