
En la reforma tributaria del Gobierno nacional; entre las bebidas «perjudiciales para la salud» se incluyó al vino –la bebida nacional– que pasará a estar gravado con una alícuota de impuestos internos del 10%, la cual, según se anunció, se aplicará de manera «gradual» en un plazo de cinco años.
BUENOS AIRES (NA).- El vino, la bebida nacional, fue declarada como «perjudicial para la salud» este 31 de octubre por parte del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien anunció que se lo gravará con 10 por ciento de impuesto interno.
Además de perjudicar a una economía regional que moviliza con trabajo a miles de personas, la incongruencia nace en el hecho de que 15 de septiembre de 2017, se aprobó, a partir de lo dispuesto por la resolución 253-E/17 del Ministerio de Agroindustria, el «Plan de Acción para la Promoción y Difusión del Vino Argentino Bebida Nacional».
El 20 de octubre último el secretario de Agricultura Familiar, Coordinación y Desarrollo Territorial de la Nación, Santiago Hardie y el ministro de Economía de Mendoza Martín Kerchner, junto con autoridades de la Corporación Vitivinícola (Coviar), lanzaron formalmente en Mendoza el Plan de Promoción del Vino Bebida Nacional, el cual contempla «acciones de comunicación, difusión turística, gastronómica y cultural».
También se programó un «evento especial» para el próximo 24 de noviembre por la celebración del «Día del Vino Bebida Nacional».
Hasta que estalló la bomba esta semana, el 31 de octubre, cuando en la presentación pública del proyecto de reforma del sistema tributario, realizada por el ministro de Hacienda en la ciudad de Buenos Aires, se indica que «el consumo de productos perjudiciales para la salud tiene costos individuales y costos sociales (daños a terceros, gastos del sistema de salud)».
Por lo tanto, se propone «desincentivar su consumo a través del aumento de impuestos a las bebidas alcohólicas y bebidas con azúcar agregado».
Entre las bebidas «perjudiciales para la salud» se incluyó al vino -la bebida nacional- que pasará a estar gravado con una alícuota de impuestos internos del 10%, la cual, según se anunció, se aplicará de manera «gradual» en un plazo de cinco años.
Igual tratamiento recibirá la sidra, producto elaborado por otra economía regional con problemas serios de competitividad: el Valle de Río Negro.
Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, la entidad que agrupa a las cooperativas agropecuarias del país entre ellas unas 30 con 5000 trabajadores a través de FeCoViTa, habló con NA ese mismo día y dijo que «no entienden nada».
«Evidentemente no entendieron qué es la actividad productiva como la vitivinicultura que da trabajo a miles de personas y lo peor es que se lo explicamos al ministro Dujovne y al mismo presidente Mauricio Macri», se quejó Iannizzotto, quien es mendocino y conoce del sector vitícola en especial.
Los vinos espumosos –otro producto elaborado en la región de Cuyo– pasarán a tributar (también gradualmente) una alícuota del 17%.
Tanto los vinos como los espumosos no están gravados en la actualidad con Impuestos Internos, recordó el sitio Valor Soja.
Otra bebida que experimentará el impuestazo de Dujovne es la cerveza, que pasará de tener una alícuota de 8% a otra de 17%, mientras que igual tratamiento recibirán las gaseosas y bebidas con azúcar añadido.