Hay inundaciones y evacuados en varias provincias

La tormenta de Santa Rosa es un recordatorio anual de la fuerza de la naturaleza, pero también de la fragilidad de las infraestructuras urbanas y rurales frente a los cambios en el clima.

BUENOS AIRES (NA).- La tradicional tormenta de Santa Rosa, fenómeno climático que suele presentarse a fines de agosto en el Cono Sur, volvió a hacerse sentir en la Argentina con fuerza inusitada. Este año el temporal dejó inundaciones en Buenos Aires y evacuados en Mendoza, Córdoba y Santa Fe y daños por granizo en al menos seis provincias, generando preocupación tanto en las autoridades como en especialistas en cambio climático.

En la provincia de Buenos Aires, especialmente en la zona norte, varias localidades amanecieron con calles anegadas y barrios inundados. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió alertas por lluvias que podrían superar los 100 mm acumulados, un volumen que en menos de 24 horas equivale a casi el promedio de precipitaciones de un mes.

La Ciudad de Buenos Aires también registró lluvias persistentes y ráfagas de hasta 70 km/h, y se espera mayor intensidad del fenómeno hacia el lunes por la mañana.

En Mendoza las consecuencias fueron más severas: más de 100 personas debieron ser evacuadas, hubo caída de árboles, daños en viviendas y granizo de gran tamaño en algunas localidades, lo que obligó a Defensa Civil a desplegar operativos de asistencia.

Catamarca también reportó episodios de granizo; mientras que en San Luis, San Juan, Córdoba y Tucumán se informaron fuertes tormentas con daños en infraestructuras rurales y pérdidas agrícolas.

La intensa tormenta de Santa Rosa provocó serias inundaciones en varias localidades de Santa Fe, dejando calles y viviendas bajo el agua. María Teresa, al sur de la provincia, quedó totalmente anegada, lo que generó alarma entre los vecinos y la activación inmediata de los equipos de emergencia.

Las autoridades locales pusieron en marcha un operativo de asistencia y coordinación para atender a los afectados en toda la provincia. Se desplegaron generadores eléctricos, motosierras y equipos de limpieza para facilitar el escurrimiento del agua y minimizar los daños, según informó Noticias Argentinas.

El Gobierno de Santa Fe, a través de la Secretaría de Protección Civil y Gestión de Riesgos, anticipó las lluvias intensas y coordinó con intendentes y presidentes comunales tareas preventivas. El subsecretario Daniel Basile explicó que se advirtió a la población sobre la llegada de tormentas severas y se prepararon equipos operativos en zonas críticas.

Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo las precipitaciones superaron lo previsto, con acumulados extremos en Arteaga y complicaciones en Christophersen, La Chispa y María Teresa.

En esta última, con alrededor de 4 mil habitantes, se registró ingreso de aguas en viviendas y calles completamente inundadas. Un video aéreo que comenzó a circular muestra la magnitud de la inundación en María Teresa, pueblo sobre la ruta provincial 14.

Vecinos relatan que las puertas de sus casas no se podían abrir debido a la altura del agua, evidenciando la gravedad del fenómeno.

Frente a esa situación, se subrayó que la Provincia mantiene comunicación permanente con los gobiernos locales y desplegó personal de Recursos Hídricos, Bomberos Voluntarios y equipos de los ministerios de Gobierno e Innovación Pública y de Igualdad y Desarrollo Humano.

También señaló que se mantiene bajo vigilancia la Ruta 9, a la altura de Carcarañá, ante el riesgo de que el agua avance sobre la calzada. Para ello, la Agencia Provincial de Seguridad Vial dispuso personal desde la madrugada, con presencia constante en el lugar.

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