La película Fast and Furious 11 es el final de la saga pero se puede quedar sin un personaje muy importante e imprescindible
¿De verdad creías que Fast and Furious 11 iba a ser la despedida perfecta de la familia Toretto? Pues parece que no. La última entrega de la saga, que llegará a los cines en 2027, ya arrastra un problema que trae de cabeza a los fans: todo apunta a que Jason Momoa no estará en el final de la franquicia. Y eso, sinceramente, es como quitarle la gasolina al motor justo antes de la última carrera.
Fast and Furious 11 ya genera dudas
La película Fast and Furious 11 se anuncia como la despedida definitiva de una de las franquicias más taquilleras y locas de Hollywood. Han pasado más de veinte años desde que conocimos a Dominic Toretto, Letty y compañía, y la promesa es clara: un último viaje lleno de acción, adrenalina y emociones fuertes. Sin embargo, las primeras noticias que llegan no son precisamente alentadoras.
Después del cliffhanger brutal con el que terminó Fast X en 2023, lo lógico era esperar una resolución épica. Pero el panorama empieza a torcerse. Jason Momoa, que se robó la función como Dante Reyes en la anterior entrega, ha dejado caer que ni siquiera sabe cuál es el plan para su personaje en Fast and Furious 11. ¿Te imaginas? El villano más carismático de la saga reciente podría quedarse fuera del adiós final.
Jason Momoa, el villano que encendió el motor de Fast X
En Fast X, Momoa interpreta a Dante, un antagonista exagerado, colorido y brutal que rápidamente se convirtió en favorito del público. Su estilo histriónico, mezclado con la venganza personal contra la familia Toretto, lo convirtieron en el alma del espectáculo.
El problema es que el final de Fast X dejó a todos al borde del asiento: un avión explotando, amigos en peligro y un Dom aparentemente derrotado. Era el escenario perfecto para una continuación directa. Pero si Dante desaparece de Fast and Furious 11, esa tensión quedaría en el aire, como si todo lo que vimos no hubiera servido para nada.
¿No te parece una jugada arriesgada? Sería como si Marvel se olvidara de Thanos en Endgame después de Infinity War. Y eso, en términos narrativos, es un error garrafal.
Jason Momoa tiene un montón de proyectos cinematográficos.
Veremos al actor en Supergirl (2026) como LOBO, pero también en Street Fighter (2026) como Blanka, regresará a Dune: Part Three (2026) como Duncan Idaho y a Minecraft 2. También protagonizará Animal Friends, The Wrecking Crew y The Carnival at the End of Days. Sin olvidar que podría hacer una segunda temporada de El gran guerrero, donde ejerce de productor. Así que será difícil que encaje el rodaje de Fast and Furious 11.
Un regreso a los orígenes… ¿a destiempo?
Los rumores apuntan a que Fast and Furious 11 quiere volver a los orígenes de la saga: menos misiones imposibles en el espacio y más carreras callejeras. Sobre el papel suena bien, porque muchos fans llevan años pidiendo ese regreso al “tuning” y la velocidad pura. Pero la pregunta es inevitable: ¿tiene sentido dar ese volantazo justo después de un cliffhanger tan explosivo?
Imagínalo: pasamos de un vehículo en el espacio, aviones explotando o submarinos bajo el hielo, a ver coches en la calle y piques urbanos. El salto sería tan brusco que la coherencia de la historia quedaría en entredicho. Fast and Furious 11 no puede permitirse esa contradicción en su entrega final, y mucho menos si deja colgado el cierre de la trama de Fast X.
El fantasma de Paul Walker y el legado de Brian O’Conner
Para distraer a los fans, Vin Diesel anunció que Brian O’Conner regresará en Fast and Furious 11 como homenaje a Paul Walker. La idea es emotiva, sin duda, y puede convertirse en uno de los momentos más recordados de la saga. Pero incluso ese gesto corre el riesgo de ser percibido como un truco si no se integra de manera orgánica en la historia.
Al final, por mucho que se intente tirar de nostalgia, los fans quieren coherencia. Y si algo quedó claro en Fast X es que Dante era el motor de la historia.
¿Demasiado tarde para salvar Fast and Furious 11?
Quizá todavía haya margen para corregir el rumbo. Universal tiene dos años para escuchar a la comunidad, rehacer guiones y, sobre todo, traer de vuelta a Jason Momoa. Sin él, la sensación de vacío será enorme y difícil de disimular con carreras o cameos emotivos.
Además, el desempeño en taquilla está en juego. Fast X ya quedó por debajo de otras entregas en Estados Unidos, salvándose gracias a los mercados internacionales. Fast and Furious 11, como final de la saga, necesita un cierre memorable que convenza a crítica y público. Y eso pasa, inevitablemente, por resolver el cliffhanger y darle a Dante el protagonismo que merece.
La saga merece un adiós a la altura
Fast and Furious 11 tiene la oportunidad de cerrar con broche de oro más de dos décadas de acción, coches imposibles y una familia que se ha vuelto parte de la cultura pop. Pero para lograrlo, no puede borrar de un plumazo lo que se construyó en Fast X.
Los fans no quieren un final improvisado ni un regreso a las calles que ignore todo lo anterior. Quieren emoción, coherencia y un cierre digno. Y aunque todavía hay tiempo para que Universal corrija el rumbo, el reloj ya está corriendo.