El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia expresó su «más enérgico repudio a los comentarios ofensivos» de Javier Milei, que impactaron en el país vecino como una «intromisión a la soberanía y la dignidad nacional», según el informe de un medio internacional.
BUENOS AIRES (NA).- Desde el Gobierno encabezado por el mandatario Luis Arce evaluaron que las declaraciones del mandatario argentino «constituyen un atentado al proceso de fortalecimiento de la integración regional latinoamericana y caribeña».
Le adjudican a Milei haber afirmado en conferencia de prensa, junto a Scott Bessent, secretario del Tesoro de los Estados Unidos, que Bolivia terminó «destrozada».
«Producto de políticas socialistas escondidas bajo un nacionalismo meramente retórico, muchos de esos países terminaron destrozados (…), como Bolivia, que también ha encontrado el límite material de su modelo socialista y paulatinamente se está deteriorando», es una de las frases que impactó con potencia en el vecino Estado Plurinacional.
La Cancillería contestó: «Es paradójico que quienes emiten calificativos sobre otros países omitan referirse a las profundas crisis sociales, la creciente desigualdad y la violencia institucional que existen en sus propios territorios», destacaron desde la Cancillería.
El “odio” de Milei
Las palabras de Milei también repercutieron entre las organizaciones sociales bolivianas, de acuerdo con un reporte de Sputnik News firmado por Sebastián Ochoa.
Para Ticona, las declaraciones de Milei constituyen «una intromisión a la soberanía y a la dignidad nacional». «Nada tiene que opinar ni fundamentar respecto al modelo económico y el sistema político de un país. La soberanía de un país se respeta», enfatizó.