Aníbal Enrique Ramírez, chofer de ATURG, salvó a un vecino atrapado durante el incendio ocurrido el lunes en el barrio Argentino de la Margen Sur de Río Grande. También relató otras situaciones de emergencia en las que intervino a lo largo de su vida.
RÍO GRANDE.- En el incendio ocurrido el pasado lunes en una vivienda del barrio Argentino de la Margen Sur, donde el fuego destruyó una casa y un hombre debió ser rescatado, cobró especial relevancia el accionar de Aníbal Enrique Ramírez, taxista de ATURG, quien logró sacar al vecino de entre las llamas.
Ramírez relató a El Sureño que ese mediodía se encontraba cumpliendo un pedido en la Margen Sur cuando observó una columna de humo que salía de una vivienda. “Me desvié del camino y, al llegar, vi mucha gente.
Avisé a la agencia para que pidieran a los bomberos. Cuando miré nuevamente, vi a un hombre dentro de la casa, muy shockeado, sin reaccionar. Ingresé sin pensar, lo abracé y pude retirarlo. Lo dejé afuera con sus dos nietos, que estaban bien”, contó.
El taxista agregó que, una vez llegada la autobomba, también colaboró con los bomberos: “Tomé la manguera y empecé a tirar agua. Un bombero me indicó cómo posicionarme y lo hice. Aprendí todo en un segundo”.
Ramírez recordó, además, que no es la primera vez que interviene en situaciones críticas. Señaló que, años atrás, vivió tres episodios distintos en el puente General Mosconi en los que asistió a personas en riesgo.

En uno de esos hechos, logró que un joven desistiera de hacerse daño después de dialogar con él; en otro, colaboró hasta que llegó la policía; y en un tercero -que lo marcó profundamente- intentó sostener a un deportista conocido en la comunidad, aunque finalmente la persona cayó al agua y falleció. “La familia me agradeció, pero fue muy duro”, expresó.
Para cerrar, reflexionó: “Muchos me dicen que soy un héroe, pero para mí es normal. Recién ahora estoy tomando dimensión de lo que pasó. La familia me agradeció por salvar al hombre y la casa de su hijo”.