BUENOS AIRES (NA).– Eduardo “Dady” Gallardo confió ayer, tras su renuncia como entrenador de la Selección Argentina de handball, que buscará “aportar desde otro lado, pero no dirigiendo”.
El décimo octavo puesto en el Mundial de Francia 2017 marcó el final del ciclo de Eduardo Gallardo como DT, luego de nueve años comandando la Selección masculina.
El Dady anunció su alejamiento y explicó los motivos en: “Fui el primero que planteó cerrar el ciclo y aportar desde otro lado, ver qué es lo mejor para el handball argentino y para mí personalmente. Puedo aportar desde otro lado y no dirigiendo, al menos por un tiempo. Quiero tomar aire y hacer lo mejor posible. Será un hasta pronto. Hay muchas personas de acá y del exterior que pueden continuar el trabajo que se hizo y darle una vuelta de rosca”.
Bajo su mandato, la Selección se ganó el apodo de Gladiadores e hizo historia al participar por primera vez en un Juego Olímpico.
Fue en Londres 2012, donde terminó décimo, y lo hizo tras ganarle la final de los Panamericanos de Guadalajara 2011 a Brasil por 26-23.
En los JJOO siguientes, logró nuevamente la clasificación a Río 2016 al ser finalista en los Panamericanos de Toronto 2015 (perdió la final con Brasil, que ya estaba adentro por ser anfitrión) y también terminaron en el 10° lugar.
Otro de los hitos fue la victoria ante Suecia en el Mundial que organizaron los europeos en 2011, un batacazo inesperado que anticipó lo que sería un ciclo histórico para el handball argentino.
