El asado es un plato argentino por excelencia, y cada región tiene su manera de hacerlo. En La Pampa, la impronta local tiene que ver con que se hace al asador, donde la carne es sostenida por un armazón vertical, y donde el fuego nace de la leña del caldén, que le transmite un sabor distinto.
Dónde: un buen lugar son las estancias pampeanas, en donde las comidas de invierno se entrelazan con la vida en el campo y las bajas temperaturas. Además del asado, se disfruta de la tradición rural entre pan casero, mate, arreos y siestas.