Adriana Díaz: «Estoy enamorada de mi profesión”

Muchas veces se cree que la única manera de ayudar a personas que viven con alguna enfermedad es siendo médicos. Sin embargo hay una de las ramas de la medicina, primordial a la hora de sanar, que hoy celebra su día: la Terapia Ocupacional. Qué es, como se desempeñan los terapistas, y dónde se estudia.

RIO GRANDE.- La Terapia Ocupacional es una disciplina como la psicología, fonoaudiología, kinesiología, que tiene una incumbencia diferente. En cuanto a estatus académico, un terapista ocupacional, debe cursar una carrera universitaria, y alcanzar un título de licenciatura en primer lugar.

“En mi caso particular, la estudié en la Universidad Nacional del Litoral (UNL) en Santa Fe, también podes encontrar la carrera en otras universidades, como la de Quilmes, o en la de La Plata, en Córdoba, La Rioja. Es una disciplina que surge después de la segunda guerra mundial”, explicó Adriana Díaz, terapista ocupacional (TO).

El terapista es un colaborador de la medicina, tiene formación en anatomía, fisiología, neurología, psiquiatría. Aunque el TO siempre ve a la persona de un modo holístico, y más allá de la sintomatología en sí misma. Se tienen en cuenta las situaciones que atraviesan a cada paciente, a nivel cultural, familiar, el lugar donde se desarrolla sus actividades.

“Esto es importante aclararlo, porque esta es una carrera que no todo el mundo conoce, o entiende de que se trata; es más, en muchas ocasiones, llegan a mi consultorio, diciendo ‘el médico me envió aquí, porque necesito esta terapia, pero no sé de qué se trata o en que me puede ayudar’. Entonces yo les cuento que el Terapista Ocupacional interviene cuando esto que me pasa, impide que yo pueda tener autonomía en la vida diaria, entendiendo la vida diaria en todos sus aspectos, desde lo básico como vestirme, hasta lo más complejo, como desempeñarme en un puesto laboral; o aspectos sociales, como en el caso de los niños, cuando su desarrollo se ve afectado, y el niño no adquirió habilidades esperadas para su edad cronológica, o simplemente no juega. En el caso del adulto, cuando su vida se ve afectada por alguna limitación que impide autovalidarse”, detalló la licenciada.

El terapista interviene para mejorar las funciones ocupacionales, independientemente de la dificultad que la persona atraviesa. Se pretende brindar un servicio de rehabilitación que posibilites mejorar la calidad de vida de una persona en todos sus aspectos: “La práctica profesional del terapista es intrusiva ya que se trabaja junto a la familia del paciente, donde los hábitos toman un rol muy importante para la rehabilitación, donde el TO interviene en la vida cotidiana del hogar, en el trabajo, en la escuela o en un espacio social, realizando todo tipo de adaptación y entrenamiento en el uso de las mismas, si la situación de la persona lo requiere”, agregó Díaz.

El terapista ocupacional puede intervenir también en lo que refiere, a la reinserción laboral en el caso de personas en situación de cárcel, o problemas de adicción, así mismo personas con discapacidad. El campo de aplicación es sumamente amplio. Están capacitados para dar un perfil ocupacional de una persona en las ART, centros de día, talleres terapéuticos o de producción. La tarea también se puede abordar desde el área de geriatría, por ejemplo a través de estimulación cognitiva, siempre orientada desde lo funcional, es decir enlentecer una enfermedad progresiva como por Alzheimer, o un deterioro propio de la edad.

“Trabajamos también en lo es la recalificación profesionales, es decir una persona que sufre un accidente en su puesto laboral, cualquiera sea, para que esta persona pueda continuar con su lugar de trabajo haciendo las adaptaciones que este puesto requiera para que la persona pueda desempeñarse sin dificultad, o bien a través de un estudio de trabajo donde se evalúa los distintos puestos de trabajo que posee la empresa donde la persona puede desempeñarse y ver la posibilidad de la reubicación laboral, para beneficio de la persona que padece una limitación , como así también la empresa”, explicó Adriana.

En los grandes centros de rehabilitación, como el conocidísimo Fundación Fleni, un terapista forma parte del equipo, también puede dirigir o coordinarlos: “Yo me desempeño en el servicio de educación temprana en la Escuela Especial 2 de Río Grande. También trabajo en mi consultorio particular; me especializo en Integración sensorial”, expresó la terapista.

Adriana Díaz, cuenta con un espacio equipado para brindar atención de terapia ocupacional basado en integración sensorial, una práctica en la cual solo el TO está formado para brindar tratamiento: “la integración sensorial, es la capacidad de la persona de sentir, de comprender o de organizar las informaciones sensoriales provenientes de su cuerpo y de su entorno. Estas informaciones se transmiten por los sistemas sensoriales como la visión, el tacto, el olfato, el gusto, la audición, los sistemas vestibulares y propioceptivos”, explicó Adriana.

Cuando un déficit de procesamiento sensorial la vida de la persona se encuentra afectada, pueden aparecer alteraciones en el sueño, dificultades para pasar de una posición a otra: “en el caso de los niños es más complejo, aparecen restricciones en alimentos, la escritura, algunos parece que no tienen miedos, no desarrollan el lenguaje o no controlan esfínter, es un terapista ocupacional el capacitado para dar un perfil sensorial y su tratamiento”, detalló la licenciada.

Finalmente Adriana expresó sus sentimientos hacia la labor que realiza cada día: “La verdad, es que disfruto mucho lo que hago… Estoy enamorada de mi profesión. Es una práctica muy personal y muy inclusiva, yo tengo que trabajar con la intimidad de las familias y las personas a las que estoy ayudando”, concluyó.