Fuentes altamente confiables informaron a El Sureño que un grupo de aspirantes a agentes penitenciarios y de cadetes, quienes están realizando el curso para ser oficiales, han sido víctimas de maltrato por parte de algunos jefes en el Instituto Superior de Ciencias Penitenciarias.
RÍO GRANDE.- Se supo que en el mes de octubre una aspirante se desgarró en el abdomen y como consecuencia de ello quedó internada en un sanatorio médico. La joven tuvo que ser cuidada por sus familiares. La causa que provocó esta lesión habría sido la realización de un ejercicio físico al que fue obligada la agente.
La información a la que pudo acceder nuestro medio indica que una oficial de este instituto penitenciario, que tiene la jerarquía de adjutor principal, está a cargo de uno de los cursos y habría obligado a algunas aspirantes a que le hagan masajes. Un caso que ha provocado mucho malestar, ya que se debe realizar de manera obligatoria, a pesar de no estar dentro de la formación de los aspirantes a integrar el Servicio Penitenciario.
En la Escuela de Cadetes muchos aspirantes enfrentan desafíos que van más allá de lo físico. Las recientes denuncias de maltrato y lesiones han puesto en evidencia la falta de preparación e incluso el trato inhumano que reciben algunos de los que se quieren formar como penitenciarios.
Muchos han sufrido lesiones de distinta consideración y han sido forzados a abandonar el curso a pesar de sus esfuerzos por continuar. Y la falta de atención médica adecuada pone en riesgo la salud de quienes sufren estos padecimientos.
Otro tema que preocupa a los aspirantes es el referido a la preparación teórica que, según mencionan, es prácticamente inexistente. Varios cadetes han sido sometidos a ejercicios físicos extremos sin el debido conocimiento teórico, lo que resulta una formación desequilibrada y deficiente.