Una egresada de Samsung Innovation Campus impulsa el cambio desde Tierra del Fuego

En Río Grande, Carmen Sosa encontró en la tecnología una herramienta para transformar su entorno. Su experiencia pone en valor el papel de la educación como motor de oportunidades en todo el territorio.

RIO GRANDE.- En el extremo sur de Argentina, donde la conectividad y la oferta educativa suelen representar un desafío, Carmen Sosa decidió construir su propio camino a través de la tecnología. Nació y vive en Río Grande, Tierra del Fuego, y desde muy chica se sintió atraída por los sistemas automatizados. A falta de acceso en su entorno inmediato, caminaba largas distancias hasta un ciber para explorar lo que la curiosidad le despertaba.

Años después, un viaje a Disney World se convirtió en un punto de inflexión: ver robots y sistemas automatizados en funcionamiento la motivó a estudiar automatización y robótica en un instituto técnico, donde fue una de las pocas mujeres de su curso. En ese contexto, conoció Samsung Innovation Campus, un programa que le permitió acceder a herramientas concretas para desarrollar proyectos tecnológicos desde cero.

Carmen Sosa, la riograndense egresada de Samsung Innovation Campus.

Durante su participación, aprendió programación, Internet de las Cosas (IoT) y nuevas formas de pensar soluciones digitales. Recibió un kit con una Raspberry Pi, un ordenador de bajo costo que puede ejecutar un sistema operativo y conectarse a un monitor para funcionar como PC, y trabajó en proyectos prácticos, como un sistema que mide la temperatura ambiente y puede ajustarse en forma remota desde un celular, una innovación particularmente útil en una región con condiciones climáticas extremas.

Carmen, de Río Grande

Hoy, Carmen combina dos trabajos. Es docente de materias técnicas en su ciudad, donde incorpora dinámicas prácticas inspiradas en lo aprendido en el programa. Además, integra el equipo de la Estación Astronómica de Río Grande, donde monitorean actividad sísmica y geofísica. Allí aplica su experiencia calibrando sistemas, asegurando conectividad y aportando al uso de nuevas tecnologías como Raspberry Pi en instituciones locales.

“Yo vengo de un lugar bastante aislado y eso hace que sea difícil acceder a formación tecnológica de calidad. Para los jóvenes, y especialmente para las chicas, puede ser complicado involucrarse en este tipo de programas. Por eso estoy muy orgullosa de ser la primera mujer en trabajar como técnica en robótica en Río Grande, algo que fue posible gracias a Samsung Innovation Campus. Espero inspirar a otras jóvenes a empoderarse y las animo completamente a hacer el curso como lo hice yo. Vale el esfuerzo, porque te permite descubrir cómo cambiar tu vida. A mí me hizo creer que puedo lograr lo que me proponga”, explicó Carmen.

La historia de Carmen refleja cómo el acceso a la educación tecnológica puede reducir brechas geográficas y generar impacto real en el territorio. Su trabajo y su vocación demuestran que la innovación también se construye desde los márgenes, cuando existen las herramientas para hacerlo posible.

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