Sofía Sotomayor Guerrero, nueva enfermera en Río Grande

A sus 30 años se recibió de enfermera luego de estudiar esta noble profesión durante tres años en el CENT 35, “Prof. Julián Godoy”. Sofía señaló que “hoy convertida en enfermera profesional, llevo conmigo no solo un título, sino la fuerza de quienes me apoyaron en cada paso”.

RÍO GRANDE.- «Desde muy joven sentí un interés genuino por el mundo de la salud”. Así lo expresó Sofía Sotomayor Guerrero quien, a sus 30 años, se recibió de enfermera. Lo logró tras estudiar esta noble profesión durante tres años en el CENT 35, “Prof. Julián Godoy”.

En diálogo con El Sureño, Sofía señaló que “desde muy joven sentí un interés genuino por el mundo de la salud, aunque nunca imaginé que esa pasión se transformaría en un compromiso que cambiaría mi vida”.

Recordó que “fue un momento de vulnerabilidad y dolor personal el que me mostró el verdadero valor de cuidar a otros y desde entonces supe que quería ser enfermera, para marcar la diferencia cuando más importa”.

La flamante enfermera contó que “todo cambió el día que viví un momento profundamente doloroso: Tuve que viajar para despedir a mi abuela, esa mujer que fue clave en mi crianza, la más amable, amorosa y fuerte que conocí. La vi tan débil, tan vulnerable y sentí una frustración inmensa por no poder ayudarla. Fue en ese instante cuando nació una promesa en mi corazón: Algún día sería enfermera para poder cuidar y acompañar a otros en sus momentos más difíciles. Después de eso, la inseguridad y el miedo a fracasar me paralizaron y postergué mis estudios. Pero en 2021 decidí dar el paso y comenzar esta hermosa y desafiante carrera, que nunca se sintió como una carga, porque me apasionaba».

Sofía Sotomayor Guerrero, la nueva enfermera, junto a su hija, Fiorella.

Más adelante valoró que «contar con el apoyo incondicional de mi familia, especialmente de mi madre Angélica y mi tía Gladys, fue fundamental para lograrlo. Y mi hijita Fiorella que día a día me escuchaba estudiar y con quien posponíamos los juegos, se convirtió en mi mayor pilar y motivación».

Con profunda emoción, Sofía señaló que “hoy convertida en enfermera profesional, llevo conmigo no solo un título, sino la fuerza de quienes me apoyaron en cada paso. Mi familia, mi hija, y sobre todo, el recuerdo de mi abuela Diola Tavie, cuya fortaleza y amor me inspiran cada día. Este logro es solo el comienzo de una misión de vida: Brindar cuidado, esperanza y acompañamiento a quienes lo necesiten, en sus momentos más difíciles”.

El desarrollo de la carrera

«Desde el primer año hicimos muchas prácticas en el hospital, en CAPS, en áreas de maternidad, terapia intensiva, clínica, neonatología, que realmente fue lo más lindo para mí», comentó Sofía respecto a algunas actividades efectuadas en el estudio de la carrera que eligió.

«Sofi» con su madre Angélica y su amiga Luna.

«La carrera se hace en 3 años pero lo hice en cuatro. Realmente hay mucho aprendizaje y la oratoria es muy importante. Yo tenía mucho pudor de hablar en público, por eso es importante prepararse en el sentido mental» señaló Sofía, quien además destacó la labor de todos sus profesores pero destacó a dos de ellos que siempre ayudan para que «uno crezca».

Más adelante expresó que «Violeta Espeche fue mi primera profesora de prácticas. Es muy estricta pero todo el aprendizaje queda grabado, principalmente en tratar al paciente no como un número más sino como una persona. La otra profesora fue Marta Charras; la tuve dos años seguidos y siempre tiene ese lado humanitario. Ellas dos son muy importantes para mí”.

La flamante enfermera junto a su tía Gladys.

Para cerrar la entrevista, Sofía Sotomayor Guerrero dijo que “hay que capacitarse todo el tiempo. Me gustaría una licenciatura y poder dar clases. Me gustó mucho el tema de la docencia, me gustó todo. No es solo un título, sino la fuerza que me dio todo el entorno para seguir este proceso”.

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