La Legislatura provincial aprobó un nuevo marco legal para controlar el ingreso de productos agropecuarios y preservar el estatus sanitario patagónico. La medida responde a la eliminación de restricciones fitosanitarias impulsada por el Gobierno Nacional. El proyecto invita a otras provincias de la región a sumarse frente al avance de la Resolución 180/2025 del SENASA.
A contrarreloj, la provincia de Santa Cruz dio un paso clave en defensa del estatus sanitario patagónico al sancionar por unanimidad una ley que establece una barrera fitosanitaria provincial. El proyecto, impulsado por el bloque “Por Santa Cruz” y aprobado en sesión legislativa el jueves 26 de junio, habilita al Poder Ejecutivo a ejercer controles estrictos en los ingresos terrestres, marítimos y aéreos, con el objetivo de restringir el ingreso de carne con hueso, animales en pie, frutas, hortalizas y otros productos agropecuarios que no cumplan con certificaciones sanitarias adecuadas.
El debate tuvo lugar en un contexto de fuerte preocupación regional por la Resolución 180/2025 del SENASA (que este viernes se resolvió con la Resolución 460/2025), que autoriza el ingreso de carne con hueso a la Patagonia, hecho que según argumentaron los legisladores, representa una amenaza para el estatus de “zona libre de fiebre aftosa sin vacunación” que posee la región. Este reconocimiento, clave para la exportación a mercados internacionales exigentes, podría verse comprometido por la desregulación impulsada desde Nación.
“Necesitamos que esta ley esté vigente antes del 9 de agosto”Piero Boffi, diputado de Por Santa Cruz, autor del proyecto
El diputado Mario Piero Boffi, autor del proyecto, explicó en el recinto la urgencia de su aprobación, vinculándola directamente con la medida cautelar que pesa sobre la Resolución 180. “Todo tiende a llevarse a cabo con una finalidad negativa el día 9 de agosto, razón por la cual necesitamos que esta ley esté sancionada antes de esa fecha”, advirtió.
Carne con hueso en la Patagonia: Santa Cruz sancionó una ley para crear una barrera fitosanitaria provincial
Boffi subrayó que la nueva normativa “brinda una herramienta al Poder Ejecutivo ante una situación crítica” y destacó que la reglamentación deberá realizarse en un plazo de 30 días, asegurando la participación activa de federaciones, asociaciones y actores del sector agropecuario. “Esta normativa garantiza la participación directa de todas las entidades involucradas en esta cuestión tan importante para la región”, remarcó.
El legislador también enmarcó la discusión dentro de un contexto más amplio de retrocesos productivos impulsados desde Nación: “Todo tiene que ver con todo, también se debatirá más adelante la derogación del Fondo Fiduciario de Ley Ovina”, sostuvo.
“Hay que dar fuerza regional a estos reclamos”Karina Nieto, diputada de Unión por la Patria
Por su parte, la diputada Karina Nieto propuso articular una estrategia regional frente a lo que consideró un ataque múltiple a las economías patagónicas. “Me parece que hay temáticas de soberanía y de trabajo que deberíamos estar presentando a nivel nacional de manera regional y con otra fuerza”, expresó durante su intervención.
Nieto solicitó a los legisladores que integran el Parlamento Patagónico que se elabore un documento conjunto antes del cierre de la sesión, convocando a otras legislaturas del sur a sesionar sobre la situación fitosanitaria, la derogación de leyes clave y el impacto de decretos sobre actividades como la pesca. “Quisiera que podamos emitir algún tipo de instrumento para solicitar una sesión regional con todos estos temas en agenda”, propuso.
Unanimidad y respaldo político transversal
El proyecto de ley fue votado por unanimidad con 23 votos afirmativos, tras obtener despacho de comisión el día anterior y con respaldo de todos los bloques legislativos, lo que fue destacado tanto por Boffi como por otros legisladores. El tratamiento fue adelantado por la necesidad de que la ley entre en vigencia con urgencia, ante los riesgos inminentes que implica la aplicación de la norma nacional.
Con esta sanción, Santa Cruz se convierte en la primera provincia patagónica en reaccionar con legislación propia a la desregulación sanitaria nacional. La nueva norma será complementaria de la legislación nacional, pero su ejecución no dependerá de la vigencia o no de normativas federales.
Una barrera legal en defensa del estatus patagónico
La ley representa una defensa del modelo productivo patagónico y una advertencia política frente a medidas que, desde la óptica provincial, afectan no solo la salud pública y la sanidad animal, sino también el empleo, la soberanía económica y las condiciones para competir en mercados globales.
Santa Cruz marcó un posicionamiento diferente frente al avance de políticas nacionales que considera regresivas. La convocatoria a otras provincias a adoptar medidas similares apunta a construir una postura regional unificada en defensa del sello sanitario patagónico.
Entre los fundamentos del proyecto Mario Piero Boffi señaló que “eliminar las barreras fitosanitarias en todo el país, y particularmente en la región patagónica, representa un retroceso gravísimo en términos sanitarios, productivos y ambientales” porque el reconocimiento internacional como región “libre de fiebre aftosa sin vacunación, lo que ha permitido a Argentina acceder a mercados de alto valor que requieren estrictos estándares sanitarios”.
Además señaló que “la entrada de carne con hueso desde zonas con menores costos de producción podría relegar a los productores locales, afectando gravemente la economía regional y generando desempleo en un sector que ya enfrenta diversos desafíos”.
Alarma entre los productores rurales de Santa Cruz
Desde Santa Cruz, Enrique Jamieson, presidente de la Sociedad Rural de Río Gallegos, expresó a LU12 AM680 su preocupación por las consecuencias sanitarias y económicas de la medida nacional.
“Siempre las resoluciones hay que terminarlas de interpretar, pero la verdad es que estoy preocupado, te diría que molesto. Estábamos en un proceso de diálogo con Nación tratando de hacer ver lo peligroso de esta resolución”, declaró Jamieson y alertó sobre los riesgos: “Ahora vamos a tener que rezar para que ninguna vaca se enferme al norte de la barrera, porque si eso pasa, vamos a estar en graves problemas”.
El dirigente explicó que el ingreso de carne con hueso, aunque limitado a cortes planos como el asado, la costilla y el esternón, pone en jaque el estatus sanitario diferencial de la Patagonia, reconocida mundialmente como libre de fiebre aftosa sin vacunación. Esto, señaló, podría afectar los mercados internacionales que actualmente valoran la calidad sanitaria de la carne patagónica.
Según Jamieson, la medida logró unir en el rechazo a todas las provincias patagónicas, y consideró que lo que debía hacerse era mejorar el control sanitario en el norte, en lugar de “ensuciar a la Patagonia”. Además, no descartó que los gobiernos provinciales evalúen respuestas legales o legislativas.
“Una resolución nacional está por encima de las provinciales, pero eso no quita que las provincias puedan establecer medidas. Hay que ver si los gobernadores pueden hacer algo. Hoy la situación parece cosa juzgada, pero todavía hay que dar la discusión”, planteó.
Jamieson también manifestó que esta decisión del Ejecutivo se suma a otros retrocesos que afectan a la región, como la derogación de la Ley Ovina, un instrumento que facilitaba el financiamiento de productores. “Es una suma de patas que le están sacando a la Patagonia. El productor patagónico es la punta del iceberg que después dispara muchas otras actividades, como la industria cárnica y la granera”, explicó.
Consultado sobre el impacto económico de la medida, Jamieson dijo que “puede que haya una oferta puntual al principio, pero después se corrige. Ya hoy, en algunas horas del día, el asado está más barato en la Patagonia que en el norte. Hay que ver qué tipo de carne entra: por ahí es vaca, más barata, pero de menor calidad”.
Finalmente, remarcó que lo económico no puede estar por encima de lo sanitario: “En el mundo moderno no se entiende por qué ensuciar una zona libre. En lugar de corregir hacia arriba, se corrigió hacia abajo”.
Actualmente, Santa Cruz cuenta con mercados abiertos en el sector ovino, incluyendo destinos como Japón, la Unión Europea, Israel y Estados Unidos. En bovinos, en cambio, no hay volumen suficiente para exportar, lo que hace más crítico preservar el estatus sanitario como diferencial competitivo.