El actor Ezra Miller prepara su regreso a Hollywood pero esta vez como vampiro. Toda la información sobre su nuevo proyecto
Después de años fuera del foco mediático y de una carrera que parecía enterrada bajo polémicas y fracasos, Ezra Miller está planeando su regreso a Hollywood. Y no lo haría de cualquier manera: lo haría con una historia de vampiros escrita junto a la directora Lynne Ramsay, con quien ya trabajó en la impactante Tenemos que hablar de Kevin (2011).
Sí, leíste bien: el actor de The Flash podría protagonizar una película de vampiros. Y no una cualquiera, sino un proyecto íntimo y personal que marcaría su reentrada al mundo del cine. ¿Segunda oportunidad o nueva polémica en camino?
Ezra Miller: De las sombras al vampirismo
El actor reapareció en el Festival de Cannes este año, acompañando a Lynne Ramsay en la premiere de Die My Love. No subió al escenario como protagonista ni acaparó los flashes, pero su presencia fue suficiente para levantar sospechas. Lo que parecía un simple gesto de apoyo terminó siendo algo más: una señal clara de que está trabajando de nuevo con Ramsay.
«Estoy trabajando con ella otra vez. Probablemente será lo primero que haga. Es una película que estamos escribiendo juntos» reveló Ezra Miller en declaraciones desde Cannes. «Y vine porque ella me lo pidió. Si hay algo en lo que todavía creo, es en la devoción hacia tu gente, tus seres queridos… por encima de todo».
Con esas palabras, el actor dejaba claro que este regreso no es un capricho ni una estrategia mediática. Al menos, no a primera vista.
Un camino lleno de piedras
El regreso de Ezra Miller no llega precisamente en el mejor contexto. La estrella de The Flash se alejó de los focos después de verse envuelto en una larga lista de incidentes legales y controversias públicas, que incluyeron desde asaltos y robos hasta acusaciones de acoso, altercados en la vía pública y denuncias mucho más graves.
La más delicada fue la que involucró al activista Tokata Iron Eyes, cuyos padres llegaron a pedir una orden de alejamiento alegando manipulación y posible abuso. Aunque el padre de Tokata retiró la denuncia el año pasado y reconoció que su percepción había cambiado, el daño mediático ya estaba hecho. Para muchos, Ezra Miller había cruzado demasiadas líneas como para merecer otra oportunidad.
El propio actor ha admitido su parte de responsabilidad:
«Lamento muchas cosas que hice y que ocurrieron en ese tiempo, pero estoy agradecido por las lecciones que vinieron con ese abismo», declaró en Cannes.
The Flash: un fracaso que dejó cicatrices
Aunque su comportamiento fue noticia constante, el momento más crítico llegó con el estreno de The Flash. La película prometía mucho, con un multiverso lleno de cameos, regresos inesperados (como el Batman de Michael Keaton) y un despliegue de efectos visuales sin precedentes.
Pero la taquilla no respondió. Y aunque la crítica salvó en parte la actuación de Ezra Miller, el proyecto se convirtió en uno de los fracasos más sonados de Warner Bros. en años recientes.
Con James Gunn y Peter Safran al mando del nuevo DCU, todo apunta a que el futuro de Barry Allen está en otras manos. El nombre de Ezra Miller ni siquiera ha sido mencionado en las presentaciones oficiales del nuevo universo.
Una nueva oportunidad (con colmillos)
Con este panorama, la idea de un regreso parece arriesgada. Pero Ezra Miller ha elegido bien sus aliados: Lynne Ramsay no solo es una directora de prestigio, sino que también fue quien le dio uno de sus papeles más aplaudidos en Tenemos que hablar de Kevin.
Y lo más interesante es el género del nuevo proyecto: una película de vampiros.
No se conocen detalles de la trama, ni el título, ni la fecha de rodaje, pero el hecho de que estén escribiendo el guion juntos deja entrever algo más profundo. Quizá se trate de un relato con tintes autobiográficos, o de una metáfora sobre la redención, la oscuridad interior o los monstruos que uno mismo crea.
Lo que está claro es que no será una cinta comercial ni dirigida al gran público, sino un proyecto más independiente, íntimo y con mirada autoral. Justo el tipo de película que puede cambiar la percepción sobre un actor caído en desgracia… o enterrarlo aún más.
¿Y ahora qué?
Ezra Miller sabe que tiene el foco encima. Su aparición en Cannes fue discreta, casi simbólica, pero sirvió para enviar un mensaje: no se ha rendido con el cine.
«No recomiendo volver a Cannes después de estar tres años en el bosque», dijo entre risas, reconociendo que su reentrada en el mundo real ha sido, como poco, extraña. «Pero lo hice por Lynne. Haría cualquier cosa por Lynne».
Con ese nivel de lealtad, es difícil saber si su regreso será recibido con entusiasmo o con rechazo. Muchos aún lo asocian con los escándalos, otros creen que se merece una segunda oportunidad. Lo que está claro es que el proyecto existe, y que el actor está escribiendo su propio camino.
Un último intento… ¿o el comienzo de algo nuevo?
Mientras The Flash ya es parte del pasado y el nuevo DCU avanza sin mirar atrás, Ezra Miller apuesta por una historia diferente. No lleva capa ni corre a través del tiempo. Esta vez, se mueve en la oscuridad, entre colmillos, heridas emocionales y una cineasta que cree en él.
¿Será suficiente para resurgir en Hollywood? ¿O quedará como una nota de pie de página en una carrera llena de talento y errores? Muy pronto lo sabremos. Por ahora, el vampiro está despertando.