BUENOS AIRES (NA).- La dupla argentina conformada por el correntino Leonardo Mayer y el bonaerense Carlos Berlocq tuvo ayer una actuación sobresaliente, barrió a los serbios Viktor Troicki y Nenad Zimonjic en tres sets y selló su decimocuarta clasificación a semifinales en la historia de la Copa Davis, donde visitará a Bélgica en septiembre.
En el estadio montado especialmente en el predio de Tecnópolis, en Villa Martelli, la pareja argentina se impuso 6-2, 6-4 y 6-1 en apenas una hora y 28 minutos de juego.
Bajo un clima mucho más “copero” desde las tribunas que en la primera jornada, Mayer y Berlocq tuvieron una actuación soberbia, se “comieron” la cancha en el pabellón del Bicentenario de Tecnópolis y terminaron festejando junto a todo el equipo.
En el horizonte llega ahora Bélgica, entre el 18 y 20 de septiembre venidero como visitante, luego de su triunfo por 3-0 frente a Canadá.
Una definición impensada
Desde que en plena disputa de Wimbledon, el número 1 del ranking mundial Novak Djokovic decidió bajarse de la serie, las chances del equipo argentino se incrementaron pero nadie -ni siquiera los propios protagonistas- imaginaban una definición así.
A las 13:45 de ayer, Argentina ya había sellado su clasificación ante un equipo de mucha experiencia, pero que sufrió cada momento de esta semana en Buenos Aires.
Troicki fue una sombra del número 20 del mundo y padeció cada punto tanto del singles, a partir del tercer set frente a Federico Delbonis, como en el dobles, en pareja con Zimonjic.
Y justamente su compañero, que con sus 39 años se mantiene en el Top 10 de dobles del circuito profesional, no pudo ponerse al hombro el equipo.
Pero mucho de eso se debió al trabajo argentino y eso es lo que hay que destacar.
El dobles de Mayer y Berlocq funcionó a la perfección. Sin tanto oficio en esta modalidad pero con un corazón enorme de ambos, llevaron adelante el partido con una suficiencia abrumadora.
Argentina vuelve a soñar, quizás sin las luces de otros años, pero con un corazón enorme de un grupo de jugadores que captó el mensaje de su capitán y lo tomó como propio.