BUENOS AIRES (NA).- Un grupo de médicos del Hospital Garrahan
inició ayer ensayos clínicos con aceite de cannabis en pacientes
que sufren de epilepsia refractaria, lo que se convierte en la
primera acción estatal para determinar los beneficios de esa
sustancia.
En total y según se informó desde la institución, son cien los pacientes que serán sometidos a los estudios y que padecen una de las formas más severas de epilepsia que no responde a ningún tipo de tratamiento disponible actualmente, como los anticonvulsivos, las dietas especiales e inclusive las cirugías.
Los pacientes que formarán parte del primer estudio científico que se realizará en Latinoamérica, son del Garrahan (50) y otros pertenecen a centros del interior del país (50).
Sin embargo, en todos los casos, la distribución del aceite, los controles y el reporte de los resultados para el análisis científico se llevará a cabo en el Garrahan.
«Nuestra misión es agotar todas las posibilidades para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Cuando todo fue probado y no hay respuesta favorable, entonces debemos investigar y buscar otras alternativas, en este caso el cannabis medicinal», afirmó el presidente del Garrahan, Carlos Kambourian.
Y destacó: «Esperamos que el uso del cannabis como fármaco compasivo permita a los pacientes y sus familias transitar la enfermedad de la mejor forma posible».
En tanto, Roberto Caraballo, jefe de Neurología y a cargo de el estudio, explicó que «el uso del cannabis medicinal puede ser una esperanza para los pacientes y las familias».
Sin embargo, fue prudente y señaló: «Queremos entender el rol de este nuevo tratamiento para que nos permita dar un paso importante en el conocimiento del uso del fármaco».
El objetivo de la investigación es evaluar la eficacia y seguridad del nuevo fármaco, y contar con sustento médico y académico para su administración.
La modalidad del estudio es ambulatoria y los controles se realizarán por consultorios externos. Tanto Kambourian como Caraballo coincidieron en que el ensayo es crucial para los pacientes y sus familias, pero también lo es para la comunidad médica «porque nos abre un camino hacia posibles futuras decisiones asistenciales, nuevas líneas de investigación y políticas de salud».
Pese a que los resultados de la investigación se esperan para los próximos dos años, los especialistas indicaron que las primeras conclusiones podrían estar en marzo próximo.