Una marea humana marchó «por la vida»

Miles de personas contrarias a la despenalización del aborto en la Marcha por la Vida. FOTO NA: Damian Dopacio.

Familias enteras, miembros de parroquias, de movimientos católicos, evangelistas, sacerdotes, religiosos y religiosas marchaban con unción y mucha alegría. Los más jóvenes cantaban: «No a la muerte, si la vida».

BUENOS AIRES (Especial de NA, por Matilde Fierro).- Una marea humana se movilizó ayer «por la vida» en la ciudad de Buenos Aires y acompañó simbólicamente al «niño por nacer», representado en un muñeco a escala con forma de bebé en pleno proceso de gestación, en una marcha que convocó a numerosas personalidades de la cultura, las ciencias, la religión y la política, entre otros ámbitos.

Ricardo «Ricky» Negri es el presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y este domingo dio la nota al aparecer en en el subte D de Plaza Italia intentando subir el carrito con su bebé, para sumarse a la «Marcha por la Vida» que se inició en ese lugar.

Negri participó con sus hijos y sus padres, todos afiliados a Confederaciones Rurales de Experimentación Agrícola (CREA) y colaboradores de Cambiemos, de la marcha que unió a miles de personas contra el proyecto de legalización de la interrupción voluntaria de embarazos.

En diálogo con NA, Negri manifestó su «orgullo» por manifestarse «a favor de la vida desde la concepción».

Vestido con bermudas y una remera blanca (consigna para la marcha) luchó contra las escaleras y el carrito de su bebé del subte D que tiene una parada en la Plaza de Italia, donde comenzó la marcha. Otra personalidad que concurrió a la marcha fue Juan Carr, el fundador de Red Solidaria, labor por la cual fue postulado para el Premio Nobel de la Paz en siete oportunidades.

La presencia de Carr no pasó inadvertida: la gente lo reconocía y pedía sacarse «selfies» con él a lo largo del recorrido por la avenida Sarmiento hasta el Monumento de los Españoles, donde los manifestantes doblaron por la avenida Libertador hasta la altura de la Facultad de Derecho.

El activista dijo que pese al avance del debate en la sociedad en torno a la despenalización del aborto, dijo que «tenemos una chance» y que «no hay que perder la esperanza».

Familias enteras, miembros de parroquias, de movimientos católicos, evangelistas, sacerdotes, religiosos y religiosas marchaban con unción y mucha alegría.

Los más jóvenes cantaban: «No a la muerte, si la vida» y otros carteles mostraban un bebé en gestación y señalaban: «Tengo ocho semanas, tengo derecho a nacer».

Entre los religiosos, se destacaban algunos por el hábito blanco y el largo rosario completo con todos los misterios colgando de la cintura los dominicos del Convento de Santo Domingo del barrio porteño de San Telmo.