
Los vocales Pedro Fernández, Carlos Iommi y Nicolás Giordano acudieron al Parlamento para solicitar más fondos y personal adicional. Allí aseguraron que ya gastaron casi todo el presupuesto y que el 93 por ciento se va en salarios. Sin embargo, los ediles le reprocharon varias cuestiones: desde la contratación de empleados que no realizan tareas de auditoría hasta los 60 días de vacaciones que goza el personal.
RÍO GRANDE.- El Tribunal de Cuentas del Municipio de Río Grande se reunió con representantes del Concejo Deliberante de la ciudad en un encuentro que giró sobre dos ejes fundamentales: presupuesto y recurso humano.
Sin embargo, si los tribunos esperaban llevarse definiciones positivas respecto de esas dos requisitorias, nada de ello ocurrió y por el contrario hubo cuestionamientos al régimen de trabajo de ese organismo que, por ejemplo, contempla 60 días de vacaciones para sus empleados tal como ocurre en el Poder Judicial.
En la reunión participaron los tribunos Pedro Fernández -su presidente-, Carlos Iommi y Nicolás Giordano. En representación del Parlamento lo hicieron Eugenia Duré -quien convocó el encuentro-, Laura Colazo, Verónica González, Alejandro Nogar y Paulino Rossi.
El primero de los planteos, referido a la situación financiera, fue seguido con atención por los ediles. Sin embargo, hubo algunas recriminaciones sobre cómo se distribuyen los recursos dentro del ente descentralizado.
Lo mismo ocurrió con la planta de personal. Los tribunos aseguraron que con el personal que actualmente se desempeña en las oficinas de calle Espora, no se puede cumplir con la labor de control de forma eficiente y que sería oportuno contar con más personal.
El contrapunto se dio a partir de la postura de los ediles. Varios consideraron que el pedido no tenía sustento dado que recientemente se incorporó personal al estamento y que, si no se prioriza la contratación de personal especializado que pueda cumplir las funciones de auditores, las complicaciones no se salvarán con nuevos empleados.
Sin embargo, las posturas no fueron tajantes. Ambas partes quedaron de acuerdo en seguir trabajando para mejorar el funcionamiento del organismo que tiene a su cargo auditar las acciones de gestión tanto del Ejecutivo local como del Parlamento riograndense.
Fuerte reproche
Durante toda la reunión, el concejal Paulino Rossi fue el más crítico de la situación del Tribunal de Cuentas. Al término del encuentro, expresó que “lo primero que tiene que ver el Tribunal de Cuentas Municipal es que sesenta días de vacaciones al año del personal es un costo muy alto que se está generando, lo cual obviamente no permite tener la eficiencia que se requiere del caso y hacer una evaluación”.
Asimismo, planteó que “si menos del 50 por ciento del personal está abocado a tareas de auditoría, y más de este porcentaje a tareas administrativas, tenemos que ver en primer lugar cómo se puede readecuar este tipo de cuestiones, y luego ver si corresponde o no un incremento presupuestario”.
“Tomaron la decisión de aumentar la cantidad de relatores, pero si se priorizan los relatores por sobre los auditores puede generar algunos problemas operativos y será un tema que tendrán que replantearse las nuevas autoridades”, cerró el edil radical.
Presupuesto al límite
Sin dudas motivó la reunión la situación financiera del ente descentralizado. Así lo manifestó el presidente del Tribunal de Cuentas Municipal, Pedro Fernández, quien develó que “al día de la fecha prácticamente estamos al 100 % de lo que nos fue dado por presupuesto. Nosotros como organismo no podemos gastar más dinero del que tenemos y eso es lo que vamos a hacer”.
“Prácticamente el 93 por ciento de nuestro presupuesto se va en salario, ya hay partidas que están agotadas, por lo cual lo que les expusimos a los ediles es lo que nosotros necesitamos para poder trabajar correctamente, pero igualmente de no poder contar con mayor presupuesto el trabajo se va a realizar igual”, aclaró el tribuno.