Tecnomyl produce alcohol en gel y sanitizante

Tecnomyl Argentina, una empresa dedicada a la producción de fitosanitarios, puso a disposición las instalaciones que tiene en Río Grande para fabricar alcohol en gel y sanitizante.

RIO GRANDE.- Ante la emergencia sanitaria por el avance del COVID-19 y la escasez de productos esenciales para evitar la propagación del virus, la compañía Argentina Tecnomyl alteró su línea de producción para ayudar en la pandemia.
Mientras continúa con el desarrollo de sus productos fitosanitarios para el sector agrícola, comenzó también a fabricar alcohol en gel y sanitizante para proveer de forma gratuita a los organismos oficiales de la provincia más austral del mundo.
En la planta industrial de última tecnología la compañía ya produjo 600 litros de alcohol en gel que donó a la provincia y ahora se prepara para fabricar 10 mil litros de alcohol en gel y unos 15 mil litros de sanitizante.
En principio, la fabricación de estos insumos se inició para cubrir la demanda del Gobierno Provincial a fin de distribuir en los diferentes organismos sociales y hospitales. Sin embargo, ahora Tecnomyl se prepara para suministrar los mismos productos a las demás industrias fueguinas que necesitan reactivar sus propias producciones pero garantizando el cumplimiento de los protocolos que exige hoy la ley provincial para volver a operar.
“Existe una demanda muy grande de alcohol en todo el país. Nosotros contamos con las herramientas y la materia prima para hacerlo y la decisión fue ayudar. Es parte de la responsabilidad social y empresaria que llevamos adelante. En este caso, el mensaje para las demás industrias es que esta falta de insumos no sea una limitante para volver a producir”, explicó Manuel Dieguez, gerente general de Tecnomyl Argentina.
Para poder producir alcohol en gel y sanitizante la planta se sometió a una inspección sanitaria y obtuvo, mediante resolución del Ministerio de Salud, una autorización para fabricar esos productos con insumos existentes. A su vez, acondicionó el laboratorio y lo aisló del resto de la planta para el desarrollo exclusivo de esos productos. Con la fórmula de la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró una primera tanda y ahora se prepara para continuar con la producción.
“Nos metimos en un terreno que no era el nuestro. No es fácil, más teniendo en cuenta que estamos a tres mil kilómetros del centro del país. Pero lo que buscamos es colaborar con la comunidad, siendo responsables y solidarios”, agregó Dieguez.