Mayer se consagró en Alemania

HAMBURGO (AFP).- El correntino Leonardo Mayer, 138º jugador mundial, se consagró campeón del ATP 500 de Hamburgo ayer al superar al alemán Florian Mayer (N/101) en tres sets, para coronar una semana increíble que había empezado con una derrota contra un juvenil de 16 años.  Leo Mayer, de 30 años y que ingresó al cuadro principal como “lucky loser” desde la clasificación -tras una lesión de otro tenista-, reconquistó un torneo que ya había ganado en 2014 gracias a un triunfo con parciales de 6-4, 4-6 y 6-3.
Con su semana en Hamburgo, en la que había dado el golpe de ganarle al primer cabeza de serie, el español Albert Ramos, Mayer regresará este lunes al Top 50 de la clasificación ATP, quedando como la segunda raqueta argentina.
Pero esta increíble semana del “Yacaré” había empezado con una dura derrota en la “qualy” ante el local Rudolf Molleker, de apenas 16 años, el domingo pasado.
Cuestiones del destino, la lesión de otro jugador le permitió ingresar al cuadro principal como lucky loser, en el debut bajó a Ramos y de allí en más no frenó la marcha.
Jan-Lenard Struff, Jiri Vesely y Federico Delbonis (todos de ranking superior) fueron quedando en el camino, mientras el correntino se abría paso a su cuarta final ATP y primera desde 2015.
Ayer, Leo coronó su semana ante su homónimo alemán, el exTop 20 Florian Mayer, para trepar casi 100 puestos en el ranking y volver a instalarse entre los mejores 50 del mundo, más cerca del puesto 21 que supo ocupar dos años atrás.
En redes sociales, el correntino celebró en forma tierna el segundo título de su carrera, al publicar una foto con su hijo Valentino, de apenas seis meses.
“Con mi mayor logro en brazos…lo demás va y viene”, escribió el correntino, con su hijo en brazos y a un costado, a un segundo plano, el trofeo, una hélice dorada, apoyada en el banco del vestuario.
En lo estadístico, tuvieron que pasar 26 años para volver a ver ganar a un jugador argentino ingresando al cuadro principal como lucky loser: San Pablo 1991, con Christian Miniussi como protagonista.

El Yacaré Mayer y su felicidad por el logro conseguido.