En medio de la interna de la CGT, el triunvirato confirmó ayer en
una reunión de Consejo Directivo el paro general del próximo
martes, mientras que Hugo Moyano encabezó en simultáneo un acto en
Ferro de los dirigentes de la central obrera más críticos del
Gobierno, donde ratificó su adhesión a la medida de fuerza.
BUENOS AIRES (NA).- Dos de los triunviros de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, brindaron una conferencia de prensa en la sede de Azopardo minutos después de que finalizara una reunión de Consejo Directivo en la que se confirmó la convocatoria a la huelga de este martes, la cuarta durante la gestión de Mauricio Macri.
A su vez, el referente del gremio de Sanidad confirmó que no habrá transporte público durante la medida de fuerza: «Son trabajadores al igual que el resto y están adheridos al paro. No habrá colectivos, trenes ni subtes, porque los trabajadores también quieren hacer su reclamo», señaló.
Por su parte, Hugo y Pablo Moyano encabezaron a la misma hora el lanzamiento formal del Frente Sindical Para el Modelo Nacional, el grupo de dirigentes y sindicatos de la CGT más críticos del macrismo (Camioneros, Bancarios, SMATA, Pilotos), donde lanzaron duros discursos contra el Gobierno y también críticas al triunvirato de la CGT y sus sectores más moderados.
Del encuentro participaron los Moyano; Ricardo Pignanelli y Mario Manrique (SMATA); Sergio Palazzo y Eduardo Berrospe (Bancarios); Pablo Biró (Pilotos), Omar Plaini (Canillitas), Miguel Ángel Díaz (UDOCBA), Leandro Fabre (APOPS) y Horacio Valdez (Vidrio), entre otros.
En un documento consensuado, estos dirigentes -que no forman parte de la conducción de la CGT- confirmaron su adhesión al paro general que lanzó la central obrera y también adelantaron la próxima protestas que harán tras esa medida de fuerza: una marcha a la Basílica de Luján el 20 de octubre.
Si bien, tanto en la sede de Azopardo como en Ferro hubo varias coincidencias en las críticas a las políticas del Gobierno, estos sectores no acuerdan en torno a los pasos a seguir, ya que los «combativos» reclaman un «plan de lucha» con mayor cantidad de marchas y huelgas, mientras que los moderados no quieren dinamitar todos los puentes con la Casa Rosada ni ir hacia un conflicto abierto.
Por otro lado, leyeron un documento en el que exigieron al Gobierno una serie de medidas como «cambio de la política económica»; «defensa de la industria nacional, pymes y las economías regionales»; «regulación de las importaciones»; «recuperación del mercado interno»; «emergencia ocupacional, alimentaria y sanitaria»; «rechazo a la reforma laboral» y «paritarias libres».