El lugar lleva el nombre de Amanda Beban, una antigua pobladora de Ushuaia, quien cedió el predio al Estado provincial para poder instalar el centro. Cuenta actualmente con una matrícula de 90 niños de entre 45 días a 3 años de edad.
USHUAIA.- Fundado el 13 de marzo de 1984, en el edificio de la calle Gobernador Paz 1773, el Centro Infantil Integrado lleva el nombre de Amanda Beban, antigua pobladora de esta ciudad, quien cedió el predio al Estado provincial para que sirva de espacio de albergue a hijos de empleados estatales.
El establecimiento cuenta actualmente con una matrícula de 90 niños de entre 45 días a 3 años de edad. Ofrece servicios de desayuno y almuerzo; espacios de juego y aprendizaje; gabinete; biblioteca; educación física y estimulación temprana, entre otras actividades.
El vicegobernador Juan Carlos Arcando visitó el lunes las instalaciones, donde fue recibido por la subdirectora del establecimiento, Lourdes Ortiz, acompañada por parte del equipo docente, padres y niños que concurren diariamente al lugar. Luego de la entrega de un presente, recorrió el edificio maternal.
Durante la visita, Arcando mencionó el paso de su familia por la institución y recordó, con una cuota de emoción, “cuando allá por los años 80 y 90 todos los días de la semana llevaba a mis pequeños hijos a la sala celeste y otras salas que concurrieron”.
Además, destacó que por aquellos días sentía que “formaba parte de una hermosa familia extendida” e incluso eso lo movilizó a “integrar la cooperadora y aportar mi granito de arena allí.”
De este modo, el Presidente de la Legislatura resaltó el profundo sentido y la gran importancia que tienen los jardines maternales en general, “en el cuidado de las personitas más importantes de nuestras familias”, y en particular en Ushuaia.
Asimismo, sostuvo que “la contención de nuestros hijos es muy importante”, para que sus padres puedan desarrollar sus tareas diarias y esto hace al sustento familiar.
Arcando ponderó que “todos los trabajos que realizan las personas, cualquiera fuera, las dignifican. Pero cuando un trabajo, además del esfuerzo y el cumplimiento de las obligaciones formales, se desarrolla con amor y especial dedicación, ello ennoblece. Es lo más hermoso que tiene el ser humano, la solidaridad, para repartirla generosamente entre quienes lo rodean”, concluyó.