El Gobierno provincial informó sobre el esfuerzo económico que se realiza para sostener el valor del gas envasado a fin de morigerar su costo en la economía familiar de los fueguinos que lo utilizan.
USHUAIA.- Actualmente el valor del kilogramo de gas licuado de petróleo (GLP) asciende a $2.020 (mayo 2025). De ese total, la Provincia aporta $1.781, la Nación mantiene su aporte en $199 y el usuario abona solo $40. Pese a los aumentos mensuales del GLP el Estado provincial es el único que ha venido asumiendo esos incrementos de manera sostenida, protegiendo así el bolsillo de más de 6.000 usuarios beneficiarios en toda la provincia.
A partir del 29 de mayo el porcentaje que abona el usuario tendrá una leve variación: pasará del 1,98% al 3,84% del valor del kilo es decir que dejará de pagar $40 para pagar $80. Sin embargo, la Provincia continúa siendo el principal sostén del subsidio, cubriendo alrededor del 87% del total; mientras que el Gobierno nacional mantiene su participación en el 9,54%.
Durante los meses de invierno (mayo a septiembre) cada usuario recibe 450 kg mensuales de GLP subsidiado, mientras que en verano (octubre a abril) la cantidad es de 240 kg mensuales. Esto significa que, en promedio, el Estado fueguino destina cerca de $7 millones por beneficiario al año, garantizando el acceso a un recurso esencial para calefacción y cocina.
Gracias a este subsidio el usuario paga anualmente $157.200, mientras que, sin esta política de protección, debería afrontar un gasto superior a los $7.900.000 al año.
Con esta medida lo que abonarán los usuarios por una garrafa de 10 kg será de $800 y por un tubo de 45 kg, $3.600. Estos valores reflejan un esfuerzo presupuestario significativo por parte del Estado provincial, que sigue absorbiendo la mayor parte del costo real del GLP para que las familias no tengan que afrontar aumentos desmedidos.
Sin el subsidio el gas envasado tendría un costo inaccesible para la gran mayoría de los hogares fueguinos. Este acompañamiento estatal representa no solo una política de contención económica, sino también una decisión política clara y sostenida de priorizar el bienestar de los vecinos, especialmente en un contexto donde la ausencia del Gobierno nacional es cada vez mayor.