Los seres humanos buscamos un alto grado de bienestar, pero ¿qué es el bienestar? ¿Cómo podemos conceptualizarlo? O mejor aún ¿cómo podemos convertir un término abstracto en algo imaginable?, algo que describa para todas las personas de forma homogénea qué es el bienestar.
Si quisiéramos definir coche, todos imaginaríamos un vehículo, con 4 ruedas, de 3 a 5 puertas, con un motor, unos faros… pero lograr que todos nos hagamos una imagen exacta de lo que representa el bienestar es más complicado; para algunos podría ser estar en una playa paradisiaca, seguramente si le preguntamos a una persona con diabetes ¿qué sería para ti el bienestar? La respuesta más probable sería, “no tener diabetes”. *
Si le solicitamos a una inteligencia artificial, que ilustre lo que es bienestar y diabetes, tampoco tenemos un resultado satisfactorio, porque se limita a los grandes tópicos de ambos términos por separado, uniéndolos en una imagen como la siguiente:
Según la Real Academia Española (RAE) el bienestar es:
Conjunto de las cosas necesarias para vivir bien.
Vida holgada o abastecida de cuanto conduce a pasarlo bien y con tranquilidad.
Estado de la persona en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica (1).
De esto se desprende que el bienestar tiene diferentes dimensiones, una dimensión física, tangible (cosas, abastecimientos, buen funcionamiento somático), una dimensión social (pasarlo bien) y una vida interior o psíquica (tranquilidad, buen funcionamiento psíquico).
El bienestar responde a una interpretación personal de las circunstancias de nuestra vida, de las expectativas que tenemos de poder enfrentarnos a nuevas situaciones en base a nuestras experiencias previas en circunstancias similares y de la capacidad de afrontamiento, usando las herramientas con las que contemos en este momento, por tanto, estará mediado por nuestras cogniciones previas, expectativas y percepciones actuales.
Al igual que en la definición clásica de salud de la OMS (1946), “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” (2), el bienestar está influido por todo lo que es el ser humano, y por tanto tiene una connotación de autopercepción, aceptación y superación, así pues, de cómo trabajemos esos tres factores dependerá el nivel de bienestar de cada persona.
Cuantificando el bienestar con diabetes
La diabetes y el bienestar es el tema elegido para el Día Mundial de la Diabetes 2024-2026; siguiendo los datos de la IDF (International Diabetes Federation):
Más de 1 de cada 3 personas con diabetes sufre angustia por la diabetes.
Casi 2 de cada 3 personas con diabetes dicen que el miedo a desarrollar complicaciones relacionadas con la diabetes afecta a su bienestar.
Casi 1 de cada 3 personas con diabetes manifiesta que le resulta difícil mantener una actitud positiva ante su enfermedad (3).
En diversos estudios de investigación observamos datos relacionados con la afectación del bienestar por la diabetes; así en el estudio de Godoy et al. se concluye que la diabetes afecta al 37.6% de la vida de los participantes en el estudio (4). En el estudio de Rivas-Acuña et al., el 43% de los participantes presentaron ansiedad o depresión asociada a la diabetes (5).
La persona con diabetes debe asumir una serie de cambios en su estilo de vida, que habitualmente no son deseados, cambios en la dieta, terapia farmacológica, control glucémico, pinchazos, alteración de la imagen corporal, temor a hipoglucemia, etc.; factores como estos generan miedo, síntomas ansiosos o de corte depresivo y esto puede disminuir su nivel de bienestar.
Es frecuente que en la atención sanitaria nos encarguemos de cuantificar esas dificultades de la persona utilizando múltiples tests como el Es-HFS (Hypoglycemia Fear Survey) (6); del cual también se dispone de una versión para padres Hypoglycemia Fear Survey for Parents (HFS-P), puesto que la diabetes no solo afecta a la calidad de vida de los que la padecen sino de su entorno más próximo, pero es necesario ayudar a las personas a combatirlas.
A continuación, veremos algunos de los factores que disminuyen el bienestar al tener diabetes y propondremos herramientas para que cada persona pueda incrementar su resiliencia y mejorar su nivel de bienestar.
El miedo y la diabetes
El miedo crea nuevas conductas que disminuyen el bienestar físico, social y psicológico, puesto que es imposible sentirse bien, teniendo miedo o realizando conductas para evitar tener ese miedo, estas conductas incluyen:
Conductas de sobrecompensación: reducir la dosis de insulina, ingerir carbohidratos en niveles de hiperglucemia real.
Conductas de evitación: dejar de hacer ejercicio, evitar quedarse solo, dejar de participar en actividades sociales como cumpleaños, comidas, bodas, restringir la vida fuera de lo que considera seguro (su casa).
Conductas de hiperactivación: estar permanentemente en estado de alerta de hipoglucemia, activar todas las alarmas de hipoglucemia del sensor, mirar la glucosa con excesiva frecuencia.
Evitación de cambios en el tratamiento: no ajustar la dosis de insulina al alza según pauta el médico para no acercarse a valores de hipoglucemia, desactivar algoritmo de asas híbridas o subir el umbral.
Debemos de tener en cuenta que las conductas centradas en calmar la ansiedad no resuelven el problema del temor a la hipoglucemia, disminuir la ansiedad, con esas conductas reforzará las conductas y creencias irracionales perpetuando el problema.
Consejos para manejar el miedo a hipoglucemia
No debes perder el miedo a una hipoglucemia, es un miedo protector, pero debes adaptar la respuesta a la realidad del riesgo.
Trata de escuchar a otras personas con diabetes: sus anécdotas te harán sentir comprendido y tener una visión que incluso podría ayudarte a identificar causas de hipoglucemia y soluciones a la misma.
Debes conocer cómo tratar correctamente una hipoglucemia (Regla del 15, glucagón).
Aprende como puede ayudarle la tecnología a prevenir hipoglucemias para darle un mejor uso.
Practica atraer conscientemente a tu mente, situaciones previas en que has superado una hipoglucemia sin dificultades añadidas.
Solicita ayuda psicológica con terapia cognitivo-conductual o terapia de aceptación y compromiso.
*D. José Andrés Peña Álvarez.
Psicólogo especialista en atención a pacientes con diabetes.
Enfermero educador en diabetes.
https://www.revistadiabetes.org/psicologia/el-bienestar-y-la-diabetes/
