Chorro de la Vieja: un tesoro escondido en la Cordillera de los Andes

Rodeado de leyenda, vegetación y aventura A pocos kilómetros del Manzano Histórico, en el departamento de Tunuyán, provincia de Mendoza, se encuentra uno de los paseos más sorprendentes de la Cordillera de los Andes: el sendero Chorro de la Vieja.

MENDOZA.- Un rincón ideal para quienes buscan conectar con la naturaleza, hacer trekking y disfrutar de un paisaje único. Un salto de 40 metros en plena montaña El Chorro de la Vieja es una cascada de 40 metros ubicada a 2.500 metros sobre el nivel del mar, rodeada por el Arroyo Grande y un vallecito que se forma montaña abajo.

La zona presenta un microclima húmedo, poco común a esa altitud, que favorece el crecimiento de enredaderas, helechos y flores, en contraste con la típica flora andina. Durante el recorrido, es posible avistar cóndores, caballos de montaña y disfrutar de la tranquilidad del entorno. En primavera y verano, el agua del deshielo permite incluso bañarse en el arroyo.

Sendero accesible y cargado de historia

El sendero tiene una extensión de 3 kilómetros en ascenso, con una dificultad fácil a moderada. El tiempo estimado de caminata es de 3 horas, sin contar las pausas para contemplar el paisaje. Se recomienda iniciar entre las 9 y las 16 horas, para regresar antes del descenso de temperatura. El nombre del salto proviene de una leyenda local: una mujer mayor que vivió en una cueva cercana y dedicó su vida a regar la montaña para convertirla en un valle florido. Al morir, regresó como un hada, derritiendo el hielo y guiando el agua hacia la cima de la roca. Al caer, la tierra floreció como nunca antes.

Cómo llegar al Chorro de la Vieja

Desde el Manzano Histórico, se debe tomar la ruta 94 hacia la montaña. Pasando el Cristo de la Hermandad, la calle se vuelve de tierra transitable para vehículos comunes. Tras cruzar el Arroyo Grande, la ruta asciende por la montaña. Luego de 10 kilómetros, se llega a la base del sendero, señalizada pero con tramos donde hay que seguir las huellas del camino. Durante la caminata, se cruza el arroyo varias veces, por lo que se recomienda llevar ropa de repuesto. El tramo final incluye una cuerda de acero y peldaños para facilitar el ascenso a la cima.

Es seguro y corto, apto para quienes no tienen experiencia en escalada

Recomendaciones para disfrutar el paseo Equipamiento, seguridad y respeto por el entorno En invierno, llevar abrigo adecuado por la baja temperatura y humedad En verano, usar protección solar: gorra, lentes, agua y protector UV Usar calzado cerrado y pantalón largo por la flora espinosa Llevar prendas de repuesto por posibles cruces de agua Evitar el sendero en días de lluvia intensa, puede volverse resbaladizo Está prohibido dañar la naturaleza, hacer fuego o tirar basura

El Manzano Histórico, donde descansó San Martín.

Qué hacer después de la caminata

Al regresar al cruce del Arroyo Grande con la ruta 94, hay churrasqueras para hacer asado junto al agua. En los alrededores del Manzano Histórico, hay campings equipados, una feria local con productos regionales y, en ocasiones, shows musicales. Quienes prefieran mayor comodidad pueden optar por bodegones o bodegas de la zona, con comida abundante y vinos del Valle de Uco, ideales para cerrar el día con un almuerzo memorable. Fuente: https://noticiasambientales.com

Leyenda “El Chorro de la Vieja”

La Vieja, como todos la llamaban había muerto. Sola y centenaria había sobrevivido cobijada en su refugio en ese gran hueco entre los cerros.

Si bien todos los puesteros de las cercanías, la apreciaban, siempre creyeron que estaba loca. Y eso porque día a día siempre bajaba hasta el lejano arroyo para traer agua, con la que regaba las verdes plantas y enredaderas que crecían a la entrada de su cueva. Esta rutinaria tarea, constituyó lo más importante de su vida.

Ya, después de morir y como despertando de un sueño, ella se encontró en un espacio tan nuevo como extraño, y frente a ella estaba el Creador. Por Él supo que desde ese momento ella sería el hada encargada de velar por la vegetación, tan escasa en esas montañas.

Muy rápido, como lo hacen las hadas, se desplazó al lugar donde había transcurrido su vida; el hueco entre los cerros. Allí deseosa de empezar su tarea decidió encontrar agua para sus plantas. Pero como hada, que era, no bajó al arroyito como antes, sino que ascendió a lo alto de esos cerros, donde encontró un fresco torrente que destilaba de la nieve. Con sus poderes de hada, lo fue llevando hasta su amado hueco entre los cerros y allí hizo que cayera en cascada, en forma de blanco chorro, que expandido por la brisa fuera humedeciendo todo el lugar.

Pronto ese hueco se tapizó de helechos, enredaderas, verdes plantas y pastos. Los lugareños no dudaron que había sido la Vieja, quien obrara ese milagro y que así su sueño estaba realizado. Ellos fueron los que le dieron a ese lugar el nombre más apropiado y agradecido, lo llamaron “El Chorro de la Vieja”, el que vemos allá al fondo desde el camino. Autor: Alfredo Vicente.

La leyenda nos cuenta el sueño de regar la montaña para convertirla en un valle florido.

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