El cantante pasó por La Voz en Vivo para hablar de Casa 11, su primer disco como tal, que lo presentará con una gira en por todo el continente.
Es conocido por su música (y por cuestiones mediáticas) desde hace ya muchos años, pero Rusher (ya sin el “King” que cerraba su apodo) tiene desde hace poco el primer disco como tal de su carrera. Se trata de Casa 11, un disco de 12 canciones con una gran apertura de estilos en el que se movió un poco de rap, en especial para mostrar un costado como baladista urbano, con aires de r&b.
“Siempre fue un género que me gustó, me encanta escribir sobre el amor, las melodías y esos ritmos. Siento que podés expresarte de una forma más linda, con melodías quizás un poco más enroscadas”, empezó diciendo el cantante en su visita a La Voz en Vivo.
“Este disco es como la fusión de todo eso, yo vengo del lado muy urbano, de hacer canciones instrumentales en mi casa, en Santiago del Estero, pero ahora tengo otras inquietudes más musicales, y sumamos guitarras, bajo, batería, fuimos a Nueva York a grabar con un contrabajista increíble.
–Sí, Ron Carter… una leyenda del jazz.
–Sí, porque la búsqueda es otra. Este es un disco de transición, hablando de mi pasado urbano que forma parte de mi presente pero más de mi nuevo camino como artista. Conocí a Benja López Barrios, que es el productor de este disco y amplié mucho las músicas y temas que escucho en esta nueva faceta, algo que intentamos volcar al disco.
Un santiagueño del mundo
Rusher es oriundo de Santiago del Estero, “cuna de poetas y cantores”, como dice fuerte y claro. “Es un orgullo para mí llevar la bandera de mi provincia, siempre siento mucho cariño y respeto. En el disco tengo un tema con Onofre Paz, que todos lo conocen de Los Manseros Santiagüeños y es un tema muy especial, hablando de mis vivencias. Él estaba justo en Buenos Aires e hicimos el clip allá”, repasa.
Pero Rusher también vivió unos meses en Córdoba, hace ya muchos años. “Acá aprendí a hacer el fernet con coca, pa”, contó divertido. “Aquí estaba con amigos, en ese momento estaba compitiendo en las plazas y ahí los conocí a varios pibes como Paulo (Londra) al Joaco, a Agustín Vera, con los que construimos y vivimos acá un par de meses”.
–Vos tocaste con muchísimos colegas, Duki, Emilia, también Londra, Luck-Ra, Yamie Safdie… ¿a quién le envidiás algo y por qué? Musical o personalmente.
–No sé si le envidio, pero sí admiro la gente con carisma, esos que llegan y caen bien como ustedes los cordobeses. Paulo por ejemplo tiene un carisma que el chabón ya sonríe, habla y es un capo. Luck Ra lo mismo, ya sabés que se arma un fernet, tira la mejor y cae bien en todos lados.
–¿Tenés mucha interacción con Luck Ra por ejemplo?
–Con él somos amigos hace un par de años ya. Trabajamos en una misma discográfica hace cinco años, pero no es que hablamos todos los días, pero siempre que nos cruzamos la mejor. Hicimos un tema para mi disco también, pero cada uno está con su proyecto, él también está con La Voz Argentina, está de novio, obviamente en algún momento vamos a coincidir de nuevo.
–¡Se va a enojar la Joaqui!
–¡No! No es que está cortado, digo que él está en sus cosas y está perfecto.
En plena formación
En medio de la charla le sonó la alarma a Rusher. Eran las 10.40 de la mañana, pero no era el horario para despertarse, sino que tenía clases de canto. “Mi prioridad hoy es formarme como artista, vengo de la música urbana, con mucho uso de autotune que no tiene nada de malo. Es una herramienta que nuestra generación la recontra usa, pero mi inquietud es profesionalizarme como cantante, evolucionar y quizás el día de mañana no usar autotune. Estoy en esa búsqueda”.
Rusher dice que sus influencias son muchas. De Luis Miguel a John Mayer, menciona también a Justin Bieber, a quien precisamente hace pocos días reversionó con uno de los temas en sus redes y lo arrobó.
¿Le habrá contestado el canadiense? “No, ¡qué me va a contestar! Andá a saber en la que anda. Yo sabía que me la estaba jugando, pero lo hice porque quería sacarme las ganas de hacer una canción de él en español y quedó buena, a la gente le gustó”.
–Vos, siendo del interior, seguramente te encontraste muchas veces metido entre la farándula, el espectáculo. ¿Alguna vez te sorprendiste al encontrarte al lado de algún famoso o ídolo tuyo?
–Es una buena pregunta… (piensa) tuve una buena charla hace poco, volviendo de un viaje, que me lo crucé a Coppola. Tuvimos una charla muy linda en un aeropuerto. Se acercó a saludarme, me conocía y me sorprendió a mí. Yo no me quería acercar porque soy medio vergonzoso, pero estuvimos hablando y me flasheó conocerlo.
–Tenés 4 millones de seguidores en Instagram. ¿Qué lugar le das a esa interacción en el desarrollo de tu carrera?
–Un lugar muy importante, hoy pasa todo por ahí. Es clave mantener la cercanía con el público, la comunicación. Siempre trato de estar presente y me viven puteando (y señala a sus productores) porque no lo estoy a veces, pero busco conectar con la gente que me sigue desde ese lugar más humano.
–¿Cómo te llevás con el hate, cómo lo administrás, te afecta?
–Me encantaría decirte que no pero obviamente que sí. Hay muy poco cuidado en Internet con el daño hacia el otro, es algo que existe desde siempre. Ahora creció porque nuestra generación está todo el tiempo conectada. Trato de administrarlo de una mejor forma que antes, que me afectaba muchísimo más. Hoy estoy más relajado, entendiendo que no le podés gustar a todo el mundo y que hay gente que es dañina y agrede. Trato de estar pendiente de lo bueno y no de ellos.
Capítulo China
Aunque de refilón, en la extensa charla Rusher también habló de lo que fue la primera gran relación mediática que tuvo, con Eugenia “China” Suárez (después también estuvo de novio con Ángela Torres).
“Yo trato de no hablar de mis relaciones, pero obviamente es una etapa en mi vida y no voy a renegar de mi pasado. Fue una etapa muy linda de hecho, pero no me voy a meter en los quilombos actuales”, dijo, desmarcándose de los últimos escándalos de su ex pareja.
–¿Qué te pasa cuando te ves envuelto como comidilla de LAM, Intrusos?
–A veces dicen cosas que nada que ver y eso genera bronca. Me gustaría poder salir a defenderme de una forma más clara y salir a bardear, pero trato de cuidarme, mantenerme en la mía y no contestar a las boludeces mediáticas. Trato de tomarlo con normalidad, forma parte de mí como artista, viene en el combo.