“Nunca vamos a cuidar lo que no conozcamos”

Lo dijo el Dr. Alberto Yanosky durante la jornada realizada este lunes en la UNTDF. Los disertantes hicieron hincapié en los aspectos que no son exclusivamente biológicos, como la administración, la economía y el rol de la opinión pública en el trabajo de conservación de las áreas protegidas.


RIO GRANDE.- El pasado lunes se realizó una jornada sobre conservación de áreas protegidas, abierta a la comunidad. El objetivo de esta actividad fue mostrar cómo se llega a tener un área natural protegida, qué elementos se necesitan y cómo influyen los aspectos políticos, económicos y sociales, además de las áreas y las especies.

Los desafíos para conservar las áreas protegidas son muy variados. La necesidad de legislación, personal capacitado y presupuesto para investigaciones científicas, y el apoyo de la comunidad, son sólo algunos de los aspectos que desarrollaron los disertantes. Marís Luisa Carranza, directora General de áreas Protegidas y Biodiversidad; el Dr. Alejandro Valenzuela, Instituto de Cs. Polares, Ambiente y Recursos Naturales, y el Dr. Alberto Yanosky, especialista en conservación de la biodiversidad e investigador del CONACYT en Paraguay; desarrollaron estos diferentes aspectos. “Las Áreas Protegidas no solo son para biodiversidad, también se utilizan con fines de conservar aspectos culturales, tradiciones. En el caso particular de Tierra del fuego, hay reservas que se utilizan para conservar especies migratorias, y esas aves están uno o dos meses nada más, pero cuán importante es esa responsabilidad que tenemos, compartida con otros países en el continente americano”, explicó Yanosky.

Aunque muchas áreas protegidas hoy son, a la vez, sitios turísticos, desde el punto de vista científico hay áreas que deben ser totalmente excluidas porque la sola presencia humana podría ser una amenaza. El Dr. Yanozky, ejemplificó: “El agua, en Ushuaia, proviene de un Parque Nacional, evidentemente hay que protegerlo. Entonces, no podrías estar permitiendo algunas actividades que podrían estar contaminando el agua. En la mayor parte de los casos hay que utilizarlo, valorarlo y es importante también saber que nunca vamos a cuidar absolutamente nada de lo que no conozcamos. No vamos a amar lo que no conozcamos, así que la difusión, dar a conocer es clave en todo esto”.

Además aseguró que la gente en general desconoce cuáles son los recursos, y las áreas protegidas de los lugares en los que vive.

Normalmente se hace énfasis en los aspectos biológicos o ecológicos del lugar, pero intervienen muchos aspectos. Por eso se habla de una conservación socio ecológica. Pero hay también otros factores, como la gestión, las leyes, que afectan a la conservación. Y además, si la gente no está de acuerdo con lo que es un área protegida, no se puede conservar. Necesitás un trabajo social detrás. No es solamente conservar la especie en sí, sino entender el humano como parte de la comunidad de conservación, y buscar desde distintas disciplinas la conservación completa”, coincidió el Dr. Valenzuela.

En lo que es el aspecto político, los especialistas reconocieron que hay necesidad de legislar y hacer cumplir muchas de las legislaciones ya existentes al respecto. “A nivel mundial estamos difundiendo lo que es el concepto de desarrollo territorial. El concepto de ordenamiento territorial, donde la naturaleza juega un rol importante”, sostuvo Yanosky. Y agregó: “Yo acabo de venir de Amsterdam, en Holanda, donde nos reunimos para discutir el tema de cómo nos hacemos menos vulnerables al cambio climático, y una de las condiciones para hacernos menos vulnerables al cambio climático es hacernos más naturales. Todas las ciudades tienen que volver a tener más áreas naturales. Aquí en Río Grande, ustedes están hablando de que tienen reservas urbanas y eso es fantástico, porque no están recuperando algo que perdieron, tienen la reserva ahí, solamente lo que hay que hacer es incorporarla a las políticas municipales para poder mantenerla en el tiempo. En otros lugares las estamos reconstruyendo, y reconstruirlas, y la extinción o extirpación de una especie es para siempre. Así que nunca vamos a poder reconstruir algo al estado natural en que lo encontramos cuando llegamos”.

El Dr. Valenzuela además presentó un trabajo realizado en la provincia que mostró cómo la actitud de la sociedad ante las áreas protegidas, depende del conocimiento que posean: “Lo que hicimos fue tratar de investigar, respecto no solo del castor y otras especies exóticas; como también del Huillín, y otras especies nativas; sobre los beneficios, las amenazas y las especies de las áreas protegidas. Encontramos que existe una dicotomía. Había mucha gente que entendía que el castor es una especie exótica que daña el ambiente, los ecosistemas acuáticos, sin embargo seguimos teniendo una cadena de minimercados que se llama Castores, o el centro invernal que se llama Cerro Castor. Y no es que esté mal, sino que eso demuestra que la percepción social de las especies exóticas no siempre se corresponde con la realidad del impacto que genera. El castor no es malo en sí, pero el impacto del castor es algo de lo que tenemos que hacernos cargo, porque fue una especie introducida por los humanos”, resaltó.

Y continuó: “El visón es otra especie exótica, que por más allá de ser un animal muy bonito, afecta a toda la bifauna local a otras especies nativas. Otro caso emblemático son los perros. Es muy difícil que la gente pueda separar que el perro bagual, ese mismo perro que puede matar una persona, que mata el ganado y que anda por las afueras de las ciudades, o incluso el perro de la calle en las ciudades, no es el mismo perro que la mascota que uno tiene en casa. Ya es un animal acostumbrado a otras cosas, y que afecta la conservación. Es muy importante trabajar esos aspectos sociales sobre la gente”.

El Dr. Yanosky, además, rescató: “Tienen una provincia fantástica, con mucha naturaleza, ojalá que todos los fueguinos amen y valoren lo que tienen. Me gustaría volver dentro de unos años y que se valore por encima de lo exótico, que siempre llama más la atención, lo natural. No siempre lo de afuera es mejor, y en el caso de la naturaleza lo de afuera a veces nos causa serios estragos. Es una provincia que les brinda, aire puro, agua pura, y no solamente a ustedes que viven acá, si no a todo el planeta”.

El Dr. Alejandro Valenzuela, de la UNTDF, durante su disertación.