BUENOS AIRES (NA).- En una reunión ampliada del Consejo Nacional y de la Mesa de Acción Política, el Partido Justicialista Nacional, que representa al peronismo más cercano a la ex presidenta Cristina Kirchner, resolvió ayer convocar a un Congreso con fecha tentativa para el 22 de febrero a fin de apurar el armado de un frente electoral amplio para afrontar la campaña de 2019.
La pulseada es con el Peronismo denominado «alternativo», espacio que por ahora agrupa a una mayor cantidad de gobernadores, pero que adolece de representación sindical y de dirigentes con intención de voto a nivel nacional .
Con la incorporación del jefe de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, a la Mesa de Acción Política del partido, el PJ prácticamente tiene cartón lleno en términos gremiales, ya que en su álbum de figuritas ya estaban Hugo Moyano (Camioneros) y Ricardo Pignanelli (SMATA) del Frente Sindical para un Modelo Nacional, y Héctor Daer y Antonio Caló de la CGT.
La llegada al PJ de Yasky, quien venía de militar en el Partido ultracristinista Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, se gestó a partir de una propuesta que tiempo atrás había acercado el presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi.
De la cumbre participaron, además de todos los mencionados, los gobernadores Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Lucía Corpacci (Catamarca), el coordinador de la Mesa de Acción Política del PJ, Rubén Marín (ex gobernador pampeano); las diputadas María Emilia Soria y Cristina Álvarez Rodríguez; los ex ministros Jorge Taiana, Ginés González García y Julián Domínguez; los intendentes Fernando Gray (Esteban Echeverría), Gustavo Menéndez (Merlo), Verónica Magario (La Matanza) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas); y los dirigentes Fernando «Chino» Navarro y Eduardo Valdés; entre otros.