A lo largo de la historia se han sumado muchísimo corredores a la faz competitiva y que con el correr del tiempo ingresaron en la élite de la disciplina, y quizás el ejemplo más resonante fue el de Pepe Núñez, quien tras participar por primera vez con Francisco Zamora (ganaron la general), luego de un par de años entrando en ritmo, llegó a dominar el Rural Bike fueguino por casi un lustro.
RIO GRANDE.- El domingo pasado se desarrolló la XVI Edición de la Doble Cabo Peñas, la prueba por parejas más importante que tiene Tierra del Fuego, y no porque sólo junta muchísima gente a partir de que no puede haber dos ciclistas competitivos en el mismo equipo, sino que a partir de esta decisión que ha tomado hace muchísimos año José Toranza, han logrado, a la postre, sumar muchos ciclistas a las pruebas más competitivas.
A lo largo de la historia se han sumado muchísimo corredores a la faz competitiva y que con el correr del tiempo ingresaron en la élite de la disciplina, y quizás el ejemplo más resonante fue el de Pepe Núñez, quien tras participar por primera vez con Francisco Zamora (ganaron la general), luego de un par de años entrando en ritmo, llegó a dominar el Rural Bike fueguino por casi un lustro.
Y así se puede mencionar una enorme cantidad de corredores y corredoras que nacieron en esta prueba que tiene como objetivo celebrar la disciplina en familia, porque cuando nació esa fue la idea, que padres e hijos puedan compartir un domingo distinto, en un recorrido que fue cambiando a medida que fue creciendo la ciudad y que complicaba el normal desarrollo de la misma, hasta que la organización la sacó de la parte urbanizada hasta llegar hoy a la zona de las chacras de la Margen Sur e ingresar a los campos de la estancia Cabo Peñas.
A la hora de mencionar a una de las familias que siempre está, hay que resaltar a dos componentes de la familia Salvador, si bien cuatro miembros de ésta fueron parte de alguna edición, lo de papá Sergio y su hijo Emanuel han marcado todo un récord en una edición que ha sido récord; con esta nueva participación han sumado nueve en forma consecutiva, para el aplauso.
La idea de juntar a la familia también se basa en pasar un día distinto dado que siempre de cada edición, todos los participantes comparten un rico asado de camaradería donde se unen los nuevos participantes con los eximios corredores, donde repasan la carrera realizada, la experiencia vivida y sobre todo escuchan las anécdotas de los más experimentados, la bondad de un deporte que si bien a lo largo de todo el año es individualista, mayormente existe un enorme respeto entre todos los ciclistas y siempre se han forjado grandes amistades entre ellos.
Una vez que la prueba fue historia, El Sureño dialogó con José Toranza, responsable de la Bici Posta Eventos, la entidad que lleva adelante la prueba, y sin dudas que se mostró sorprendido con lo alcanzado el fin de semana pasado: “hasta el jueves a la noche teníamos 26 parejas y si bien pensábamos que el viernes se iban a anotar muchas más, jamás pensamos en que total sumaríamos 75, un número que nos superó, y lo bueno de todo esto fue que ninguno de los 150 participantes se ausentó, todos largaron la prueba y quizás lo más importante tanto para nosotros como para ellos, fue que lograron culminar la misma”.
Hay que decir que el trayecto de la carrera tiene sólo 13 kilómetros, unas cuantas parejas intentan completarla en el menor tiempo posible para buscar el triunfo en la general o en su divisional, ya que hay tres categorías, pero en líneas generales, los que se anotan es para cumplir con el recorrido sin mirar demasiado los registros y compartir, como hemos dicho, con un ser querido, y en esta oportunidad muchísimas familias se unieron al desafío, siendo el dato más tierno el protagonizado por Mónica Campisi con su nieta Morena Nieva, un caso que no es muy habitual pero que se da en esta clase de pruebas donde lo que se busca es la integridad de la familia y poder pasar un buen momento practicando deporte.
