Se largó en Diputados el tratamiento en comisiones del proyecto por la despenalización del aborto

En el arranque del debate sobre la despenalización del aborto en el Congreso, grupos a favor de esta iniciativa se manifiestan frente al edificio anexo donde los legisladores se encuentran reunidos. Foto NA.

Cada uno de los 256 diputados en actividad podrá proponer hasta 4 disertantes para nutrir las extensas jornadas de debate que se realizarán cada martes y jueves desde el 10 de abril en adelante. Hay ocho expedientes con giro al plenario de las comisiones de Legislación General, Legislación Penal, Salud y Familia.

BUENOS AIRES (NA).- En un plenario de comisiones a sala llena y con enorme expectativa de las organizaciones feministas que coparon las inmediaciones del Congreso, el debate por la despenalización del aborto arrancó ayer en la Cámara de Diputados y se desarrollará a lo largo de dos meses con un cronograma de audiencias con especialistas.

El encargado de dar a conocer la «metodología de trabajo», consensuada previamente entre los distintos bloques, fue el presidente de la comisión de de Legislación General (cabecera del debate), Daniel Lipovetzky, quien explicó que cada cada uno de los 256 diputados en actividad podrá proponer hasta 4 disertantes para nutrir las extensas jornadas de debate, que se extenderán desde las 9:30 hasta las 18:00 cada martes y jueves desde el 10 de abril en adelante.

Cada ponencia tendrá una duración máxima de 7 minutos, insistió el legislador del PRO, quien dijo que espera un debate «profundo y respetuoso» pese a las posturas contrapuestas.

Además, aseguró que la idea es «terminar con el listado de comisiones» para «fines de mayo», para luego estar en condiciones de acordar un dictamen en junio, a partir de la conjunción de los ocho expedientes con giro al plenario de las comisiones de Legislación General, Legislación Penal, Salud y Familia.

Si bien no es la primera vez que un proyecto para legalizar la interrupción voluntaria de embarazos no deseados es tratado en el Congreso, este año las condiciones son más favorables ya que es el debut del debate en un plenario de comisiones, lo cual facilita un trámite más allanado que en ocasiones anteriores.

Por otra parte, las perspectivas de una media sanción son alentadoras para los impulsores de la iniciativa, aunque el recuento preliminar de voluntades sigue arrojando una leve ventaja a favor de las posturas antiabortistas.

Durante la hora que duró la reunión, que marcó el puntapié inicial de un debate considerado «histórico» por la mayoría de los oradores, dominó entre los presentes un clima de celebración.

La diputada del Frente de Izquierda Rominá del Plá festejó que el plenario haya podido concretarse y que se hayan desoído «las cartas de una diputada que pretendía seguir escondiendo bajo la alfombra» el debate: fue un tiro por elevación a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, quien a modo de protesta hizo faltar a los legisladores de su bancada y cuestionó el inicio del tratamiento en una misiva difundida por las redes sociales.

Del Plá solicitó a las autoridades incorporar un criterio metodológico para prohibir que los expositores en contra de la despenalización puedan apoyar sus ponencias con imágenes que apelen a «golpes bajo», pero Lipovetzky rechazó el pedido.

La diputada del Frente Renovador Cecilia Moreau consideró que la discusión sobre el aborto representa un «punto disruptivo en la historia de la sociedades», en la misma medida de lo que significaron otras conquistas de derechos civiles como la ley de divorcio, la del matrimonio igualitario y la de fertilización asistida.

«Es un debate que tiene que tener mucha delicadeza en el trato entre nosotros mismos», reclamó la legisladora massista luego de escuchar algunos murmullos de reprobación ante el discurso encendido de la diputada Nathalia González Seligra (PTS-Frente de Izquierda).

En las antípodas de su pensamiento, también había formulado un pedido similar la puntana Ivana Bianchi, una ferviente detractora de la despenalización, que recordó que en debates anteriores «se llegó al extremo de agitación en insultos», por lo que pidió «tolerancia y respeto» a las distintas visiones.

González Seligra resaltó que fue posible arribar a este punto de largada «gracias al movimiento de mujeres que lograron instalar en la agenda social» el tema, en tanto que evaluó que el debate no debería consistir en un plebiscito acerca de si se está a favor o en contra del aborto, sino atender la problemática como un asunto de «salud pública, si mueren o no mujeres en abortos clandestinos». A su vez, pidió apartar a la Iglesia de la discusión, ya que a su entender en un Estado que se precia de ser laico «no tiene nada que opinar» ni puede «interferir en la vida de las mujeres».

A su turno, la radical Brenda Austin, una de las cabezas del proyecto de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito (de los ocho proyectos en consideración, fue el que mayor cantidad de firmas juntó por su carácter multipartidario), mencionó que el aborto es «desde hace 30 años la principal causa de muerte de mujeres gestantes».

Por el kirchnerismo, Mónica Macha señaló que al interior de su bancada conviven diferentes miradas acerca del aborto, pero aclaró que «la mayoría» acompaña la despenalización y destacó que en el el proyecto transversal de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito la mayor cantidad de firmas son aportadas por diputados de su espacio.