90% de personal doméstico trabaja en negro

Es uno de los sectores con mayor informalidad en Tierra del Fuego. “Ahí está un poco la hipocresía del empleador, nosotras somos empleadas de trabajadores que pelean por sus derechos, pero no cumplen sus obligaciones”, afirmó Dora Sánchez. Estar “en negro” limita sus derechos como trabajadoras, ya que no pueden acceder a una cobertura de salud ni a la jubilación. Cómo inscribirlas.

Las empleadas domésticas y el constante reclamo para estar debidamente registradas.

RÍO GRANDE.- La incorporación de las mujeres al mercado laboral hizo que muchas familias necesiten una ayuda extra en su vida diaria. Las jefas de hogar están más horas en el trabajo y menos tiempo dedicadas a las actividades hogareñas. Desde la limpieza y la cocina al cuidado de los chicos, la presencia de empleadas domésticas en casa es cada vez más necesaria.
El personal de servicio doméstico incluye a “mucamas, niñeras, cocineras, jardineros, caseros, amas de llaves, damas de compañía, mayordomos, institutrices, nurses o gobernantas, siempre y cuando trabajen para un mismo dador de trabajo, como mínimo 6 horas semanales”, según información volcada en el sitio de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
En los últimos días se conoció un proyecto que surgió en el Concejo Deliberante para que las empleadas domésticas no paguen en Río Grande el boleto de colectivo y lo que podría ser una buena noticia, no lo es tanto, teniendo en cuenta que más del 90% del personal se encuentra trabajando en negro, con lo cual no podrían acceder al beneficio.
Dora Sánchez, trabajadora del sector que fue durante varios años delegada normalizadora del Sindicato de Casas Particulares de Río Grande, se refirió en FM del Pueblo a la realidad del sector.
“Somos muy pocas las blanqueadas, está bueno que se ponga sobre el tapete el tema, más allá de que las empleadas domésticas en blanco tenemos un descuento en la tarjeta SUBE por la tarifa social, es nada porque somos muy pocas las blanqueadas y las que tienen ese beneficio”, expresó.
Respecto a la iniciativa del boleto gratuito señaló que “está bueno el beneficio, la gratuidad me parece bárbaro, yo a eso agregaría, al descuento que se hace por tener dos arbolitos en la puerta, que también se haga un descuento al que blanquee a la empleada doméstica porque por ahí es un incentivo para blanquear”.
Sánchez afirmó que el 90% de las empleadas domésticas están en negro. “Ahí está un poco la hipocresía del empleador, porque nosotras somos empleadas de trabajadores que en ese momento se convierten en empleadores, que ellos saben pelear por sus derechos, pero no saben cumplir con sus obligaciones”.
En este sentido se refirió a sus intentos por concientizar a otros sindicatos que nuclean a trabajadores que emplean a domésticas. “Me he intentado reunir para ir a las fábricas y explicar, porque todo el mundo habla de los desocupados de fábrica, de los desocupados de comercio pero no de nosotras, a mí Oscar Martínez me recibió una vez y por otro tema, no por el de empleadas domésticas, el señor de Comercio no me recibió, de la CGT no me han recibido; me cansé”, expresó y aseguró que “son hipócritas, yo en la mesa sindical lo he planteado, todos pelean por sus derechos pero si yo convoco a una marcha para reclamar por nuestros derechos, esos que exigen los suyos, nos descuentan el día o nos echan directamente”.
“Ahí está la hipocresía de sus derechos, del ni una menos, de la violencia; porque les pagan como quieren, cuando quieren, no darles de comer o pagar horas extras y aguinaldo, corrernos con nuestra ignorancia y el abuso”, remarcó.
Asimismo sostuvo que “muchos solo piensan en los derechos que tienen ellos, las empleadas domésticas están en todos lados, son las chicas que te ayudan, que van dos horas a plancharte a tu casa, la que te va a limpiar una vez por semana, después llega diciembre y nos vemos en marzo, olvidate de un aguinaldo, de vacaciones, que los chicos comen y se paga alquiler”, manifestó.
Sánchez precisó que “blanquear en AFIP a una empleada doméstica por menos de doce horas de trabajo le cuesta $205,64; de doce horas a 16 horas $308,36 y más de 16 horas de trabajo sale $976,75”.
“A partir de esto la empleada puede tener su jubilación y obra social” dijo Sánchez y en este sentido agregó que “hace unos años venimos gestionando con la legisladora Myriam Martínez el bajar una oficina a la provincia, y a partir de insistir en este momento se están haciendo negociaciones para tener un acuerdo con la obra social, para ser atendidas en los hospitales públicos y centros de salud a nivel provincial”, dijo.
Respecto a la desocupación del sector, planteó que “de los que quedaron afuera de las fábricas el 50% tenía una persona que les cuidaba los chicos, el otro 25% una persona que le iba limpiar una o dos veces a la semana; entonces cuánta gente quedó sin trabajo, de eso no habla nadie”.
“La que tiene suerte tiene tres, cuatro o cinco trabajos donde cobra en cada uno 300 o 400 pesos por semana, pero si está en negro no tienen una seguridad; hoy están y mañana no, no tienen descuento en el boleto SUBE”, añadió.
Asimismo planteó las dificultades para avanzar en la organización sindical. “No consigo avances porque la que consiguió trabajo y compartió mis cosas, la han echado; yo solamente tengo tres chicas blanqueadas; y después hay otras chicas blanqueadas que no quieren participar ni poner la cara porque las echan”, sostuvo.
Y volvió a referirse a los demás sindicatos. “Ya que tanto pelean por sus derechos laborales, les he pedido que hagan el contacto de su empleada conmigo, porque si se supone que estás peleando por derechos, vas a aceptar que tu empleada luche por sus derechos, tenga su dignificación laboral y nos organicemos. Yo de personas conocidas, tengo a una sola, de alguien que es un referente, que su empleada participa conmigo, y los demás nada”.
Dora contó finalmente que a partir del fallecimiento de sus jefes “no conseguí más trabajo porque soy la cara visible, entonces nadie va a querer en su casa a alguien que saben que va a pelear por sus derechos”.
“Así como se meten a la computadora por un juego, como reservan los pasajes, como reservan cabañas, como hacen un trámite bancario, el mismo tiempo que pierden para eso lo pierden para blanquear a su empleada”, cerró.

COMO REGISTRAR
Si una empleada doméstica trabaja en tu casa y aún no la registraste, podés comenzar el trámite de blanqueo de personal doméstico en la página de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Recordá que esto no cambia aunque la persona que trabaja en tu casa tenga, además, otros empleos en otros hogares: cada empleador debe pagar lo que le corresponde a él. Puede pasar que una trabajadora tenga varios aportes a la vez.
Blanquear en AFIP a una empleada doméstica por menos de doce horas de trabajo le cuesta al empleador $205,64; de doce horas a 16 horas $308,36 y más de 16 horas de trabajo sale $976,75”.
En el sitio web del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, encontrarás información para tener en cuenta. Por ejemplo:
-Aguinaldo e indemnización. Se calcula teniendo en cuenta un mes de sueldo complementario por cada año de servicio o la parte proporcional del mismo. Si el empleado tiene una antigüedad mayor a un año de servicios continuados, se le abonará una indemnización por despido equivalente a medio mes del sueldo convenido (en dinero) por cada año de servicio o fracción superior a 3 meses.
-Descanso y vacaciones. La licencia anual es de 10 días hábiles, con antigüedad de entre un año y no más de cinco; es de 15 días hábiles, si la antigüedad es mayor a cinco años y menor de diez; y es de 20 días hábiles si la antigüedad es superior a los diez años. También aclaran las horas diarias de descanso: es preciso contemplar un reposo diario nocturno de 9 horas; y un descanso diario de 3 horas entre sus tareas matutinas y vespertinas. Además, deben incluirse horas semanales de descanso: dos medios días por semana, a partir de las quince horas o, en su defecto, un día completo.
-Licencia por enfermedad y por matrimonio. Por enfermedad le corresponde licencia paga de hasta 30 días en el año (a contar de la fecha de su ingreso); con respecto al matrimonio, el Estatuto no hace referencia a la licencia.