Cercano a la naturaleza, sustentable y respetuoso por la salud y el bienestar del otro. Así piensan al futuro del turismo tres hoteleros argentinos que ya comenzaron a adecuar sus establecimientos para la temporada turística de verano, ratificada por el Gobierno nacional.
NEUQUEN.- “Los check in serán vía mail, la cantidad de datos a recabar seguramente serán mayores y estarán también orientados a la salud del pasajero”, explica Juan Manuel Blasco, responsable general de La Matilde, posada del Valle de Traslasierra cordobés construida bajo reglas ecológicas y sustentables.
“Vamos a implementar distintos horarios de ingreso y egreso para que las habitaciones puedan limpiarse de forma mucho más profunda y den espacio para que se puedan airear de manera correcta”, agrega.
“Nuestro restaurante tiene hoy una disposición de mesas con una distancia mínima de 1.5m entre cada una, y se está implementado una carta digital por medio de código QR”.
Juan Aubert dio las pautas que se vienen para este verano, dentro del complejo panorama que produce la pandemia y nos invita a reflexionar para aprender las lecciones…
El turismo de bienestar y de salud puede ser una oportunidad para enfrentar enfermedades mentales, trastornos alimenticios, de ansiedad, etc. Es una oportunidad para todos las personas, varones, mujeres otros géneros, aquellas con discapacidades, familias.
Valorar la enorme importancia del turismo interno y externo.
Esta experiencia debe ser la oportunidad para replantearnos las acciones a seguir y si fuera necesario comenzar de nuevo. Es la oportunidad de diseñar un destino sostenible a largo plazo. Miremos nuestro entorno y aprendamos a compartirlo con el turista del mañana y demos un ejemplo a las generaciones venideras.
Tengamos un profundo respeto por la responsabilidad social, pero abandonemos los miedos, asumiendo las trasformaciones que ya están en marcha.
Además de estos comportamientos -alentados por el protocolo confeccionado por la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (FEHGRA)- la Posada de Glamping Las Ramblas de Puerto Manzano, en Villa la Angostura, sumó un sistema de pantalla y comunicación por voz en la recepción para minimizar el contacto en el ingreso.
“Los ambientes estarán ozonificados para eliminar las bacterias sobre superficies y el desayuno será opcional”, explica Martín Suero Rambla, el propietario del complejo, que posee espacios individuales de alojamiento en forma de domo, burbuja o pirámide, los cuales garantizan amplia distancia entre huéspedes.
“Para desayunar habrá islas en diferentes lugares donde los huéspedes podrán recibir lo que eligieron y disfrutarlo en intimidad, prescindiendo del salón”.
Respeto por la naturaleza y el prójimo
“Se empieza a valorar mucho más el contacto con el ambiente natural y evitar conglomerados urbanos. El buen uso de los recursos va a ser muy importante”, señala Santiago Hidalgo, director comercial del complejo de domos geodésicos Huemules en Chubut, ubicado dentro de una reserva natural.
El lugar genera su propia energía, tiene reserva de agua propia y amenities biodegradables.
Para Hidalgo, ese cambio será permanente en la mentalidad de los huéspedes, así como la demanda alrededor de la higiene. “La pandemia elevará el estándar de limpieza de la hotelería en general, incluso en relación con los productos que se utilizan”, asegura.
“Los espacios con pocas habitaciones y aquellos que tengan un enfoque más específico hacia el cuidado del medio ambiente y la naturaleza tendrán más importancia a la hora de elegirse”, aporta Blasco; mientras que Suero Rambla subraya además el factor humano.
“El huésped también tomará conciencia sobre el respeto por el prójimo”, expresa. “En particular, pediremos también a nuestros huéspedes que respeten al lugareño para que no se sienta invadido”. Fuente: La Angostura digital.