Un estilo de vida diferente invita a un buen descanso

El turismo rural en Argentina es una combinación de propuestas simples, históricas y tradicionales: el asado, los paseos a caballo y la destreza criolla. Andar en bicicleta, caminar por un parque o hacer avistamiento de aves. Refrescarse en una piscina, disfrutar las tareas del campo o sumergirse en un delicioso spa. Sin lugar a dudas se ha convertido en la alternativa en medio de la pandemia. Hoy los invitamos a conocer una más de las grandes estancias que posee nuestro país.

BUENOS AIRES.- Junín, en el corazón de la pampa húmeda, es un emblema de la región, un sitio de tierras fértiles donde la agricultura y la ganadería son muy prósperas. Por eso, quizá, sea una de esas ciudades, tiene 90.000 habitantes, que aún conservan un espíritu pueblerino, campero.

La cocina es casera, regional y abundante, asimismo tienen a disposición un menú vegetariano

Ubicada a 250 kilómetros de Buenos Aires, tiene en sus lagunas y en las 200 hectáreas del Parque Natural Laguna de Gómez, a orillas de la laguna del mismo nombre, uno de sus mayores atractivos.

Cerca de esta ciudad del noroeste bonaerense se encuentra la estancia La Oriental, con un casco de 1890 y seis suites decoradas con muebles originales y otros traídos de distintas partes del mundo, que se conservan en perfectas condiciones.

La Oriental cuenta con pocas y señoriales habitaciones con chimenea, grandes baños, living y comedor imponentes, además del reencuentro con la naturaleza, valores que aprecian los visitantes.

Atendida por sus propios dueños, que también se ocupan de las actividades agrícolas y ganaderas de la estancia, La Oriental está inmersa en un centenario bosque de más de 30 hectáreas, con arboledas de robles, eucaliptos, plátanos, araucarias y cedros. La laguna del Carpincho limita la estancia y se encuentra a tres kilómetros y medio del casco. Se puede llegar caminando, en bicicleta o en auto y, una vez allí, hay kayaks para salir a remar. Los visitantes pueden utilizar la piscina, hacer caminatas por el bosque, cabalgar, practicar arquería, jugar croquet, hacer avistamiento de aves y hasta participar en las tareas agrícolas y ganaderas. Dependiendo de la época del año, se puede participar del arreo de ganado, la yerra —marcar el ganado—, la cosecha o la siembra. También hay actividades con un costo adicional, como pesca con mosca y clases de equitación.

La cocina es casera, regional y abundante, asimismo tienen a disposición un menú vegetariano. Fuente: Travesías.

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