En Río Grande trabajadores del volante agredieron a periodistas y se enfrentaron con automovilistas. Existe un gran malestar en la sociedad la cual, a través de medios y redes sociales, brinda su total apoyo al servicio de Uber.
RIO GRANDE.- Jornada por demás complicada para los vecinos de toda la provincia debido a la medida de fuerza que llevaron adelante choferes y propietarios de taxis y remises quienes se manifestaron en contra del servicio que la empresa Uber presta en Tierra del Fuego.
En Ushuaia, taxistas se concentraron en la intersección de Av. Maipú y Lasserre para luego comenzar a marchar por las calles céntricas, ocasionando un importante caos vehicular, principalmente frente al ingreso al puerto de la ciudad. Desde el sector de taxis aseguran que sólo en la capital provincial se encuentran funcionando alrededor de 300 vehículos en situación irregular, aclarando que no solo se trata de Uber sino de personas que realizan el traslado de personas en sus vehículos particulares y sin un control por parte del Municipio.
Cabe destacar que en la capital fueguina la manifestación se desarrolló pacíficamente sin ningún tipo de inconveniente; en tanto que no hubo acciones en la ciudad de Tolhuin.
Una situación muy diferente ocurrió en el norte de la provincia en la cual cientos de trabajadores del volante entre taxistas y remiseros se concentraron a las diez de la mañana en el estacionamiento del Parque de los Cien Años para luego marchar hacia el Municipio riograndense.
Una vez frente a la Municipalidad comenzaron a detener los vehículos sobre ambas manos de calle Elcano, impidiendo el libre tránsito.
Allí, mediante cánticos y al ritmo de bombos y redoblantes, comenzaron a exigir la presencia del intendente Martín Perez quien, por cuestiones laborales, no se encontraba dentro del Municipio.
Esta situación generó un gran malestar en los manifestantes los cuales se negaron a ser recibidos por funcionarios municipales indicando que únicamente dialogarían con el propio Jefe comunal.
Si bien desde el Concejo Deliberante se trabaja en lo que podría ser la sanción que habilite o no el servicio de plataformas digitales, lo que le abriría las puertas formalmente a la empresa Uber, desde el sector de taxis y remises continúan reclamando por mayores controles por parte del Municipio en relación al servicio de transporte que, en la actualidad, cientos de personas se encuentran brindando a través de Uber.
La titular de ATURG, Griselda Fuentes, indicó que desde el Municipio se informó que llevarían adelante los controles “pero nunca cumplieron. Sabemos lo que dice la Carta Orgánica, las ordenanzas, en que tienen que cumplir el control de transporte ilegal y no se está cumpliendo” explicó Fuentes, quien se encontraba molesta con las autoridades municipales. Asimismo, agregó que debido al servicio que se brinda mediante las plataformas digitales “se nos cayó el trabajo el 60%”.
Por otro lado y en caso de darse el tratamiento dentro del Concejo Deliberante y ante la posible aprobación del proyecto, “seremos todos ilegales, devolveremos las licencias y seremos todos irregulares, porque quiere decir que están liberando el servicio”, sostuvo la responsable de ATURG.
Caos vehicular
Si bien el corte de tránsito se inició frente al Municipio riograndense los trabajadores del volante decidieron comenzar a marchar a puntos estratégicos de la ciudad, tales como la rotonda de la Plaza de las Américas y la rotonda de circunvalación del boulevard Perón y Pacheco en el barrio AGP.
En ambos sectores, donde en horas del mediodía hay intenso tráfico desde diversos puntos de la ciudad, con la presencia de taxistas y remiseros, quienes dejaron estacionados sus vehículos interrumpiendo el tránsito, se generó un verdadero caos de toda Río Grande.
Esto terminó afectando a gran parte de los vecinos, incluso a transportistas que debían circular por esos lugares y debido a la presencia de los manifestantes debieron modificar sus recorridos.
En el caso del corte a metros del puente Mosconi un camión de gran porte que transportaba animales vivos y debía dirigirse a la Margen Sur fue desviado por las calles internas del barrio AGP, situación que le ocasionó grandes inconvenientes dado que diversas arterias no se encuentran preparadas para este tipo de rodados, que por momentos ni siquiera contaba con ángulo de giro.
Otra situación por demás lamentable fue el momento en que un móvil perteneciente al Servicio Penitenciario que trasladaba una persona, incluso con balizas, no se le permitió el paso, como así tampoco vehículos de transporte escolar.
Sin apoyo de vecinos
La manifestación en Río Grande no solo dejó a todos los vecinos sin el servicio de transporte de remises y taxis, sino que los numerosos cortes y movilizaciones ocasionaron un gran malestar por parte de los distintos automovilistas quienes intentaban transitar por las calles y dirigirse a realizar sus actividades cotidianas.
El corte realizado sobre la rotonda cercana al puente General Mosconi fue uno de los que más repudio recibió, dado que en algunos casos, mediante situaciones patoteras, no permitían transitar libremente obligando a todos los vehículos a ingresar al barrio AGP y trasladarse por las calles internas del mismo hasta llegar a la calle Lisandro de la Torre, única arteria que, si bien es mano única, permitía poder acceder y salir del puente.
Más de un 80% de los conductores al pasar por el corte mostraba su descontento. Bajaban sus ventanillas y expresaban sus sentimientos: “vayan a trabajar”, “son una vergüenza” y en su gran mayoría les gritaban “aguante Uber”; lo que muestra el descontento de la ciudadanía con el servicio que prestan actualmente taxistas y remiseros y los diversos beneficios que les otorga Uber, con un precio menor, mayor rapidez al acudir a un servicio, estado de los vehículos, entre otros puntos que los vecinos de Río Grande comienzan a explayarse a través de las redes sociales.
Agresión a periodistas
Si bien una de las premisas que dio a conocer Griselda Fuentes -de ATURG- al brindar declaraciones ante los medios fue que “queremos que el Intendente salga a hablar con la gente, yo de garantía; hablé con todos mis compañeros que sí hacer ruido, pero portarnos civilizadamente”. Las palabras de tranquilidad que intentaba brindar Fuentes rápidamente fueron llevadas por las intensas ráfagas de viento que azotaba a la ciudad de Río Grande en la mañana del miércoles. Esto se debe a que la responsable de ATURG manifestó que desde el Concejo una integrante del cuerpo legislativo los habría tildado de “patoteros”, a lo que rechazó rotundamente dichas acusaciones. Pero lo sorprendente fue que a los pocos minutos de finalizar la entrevista un movilero que se encontraba realizando un reportaje para una radio de la ciudad de Río Grande fue atacado por un taxista que se encontraba en el lugar, recriminándole que se encontraba a favor de Uber.
Fue un cobarde accionar en contra de un trabajador de la prensa, quien simplemente realizaba la cobertura y recibió un golpe en el sector de la espalda y diversos puntapiés.
Esta situación si bien fue rápidamente desactivada por otros trabajadores del volante, los cuales intentaron calmar la situación, cabe recordar que en una de las últimas reuniones de comisiones dentro del propio Concejo Deliberante no solo los ediles fueron insultados, denigrados, amenazados y hasta acusados de recibir dádivas por parte de la empresa Uber para aprobar el proyecto, sino que otros miembros de la prensa también, incluso hasta se les impedía poder brindar cualquier tipo de declaración, situación totalmente repudiable.
Sin presiones
Uno de los principales reclamos de los taxistas y remiseros era mantener un encuentro con el intendente Martín Perez, quien indicó que los recibiría, incluso comunicándose telefónicamente con representantes de los manifestantes.
La primera respuesta de los trabajadores del volante fue que no querían ingresar al despacho del Intendente, sino que se presentara en el lugar donde se encontraban manifestando frente al municipio.
Asimismo, el propio Jefe comunal habría confirmado que no trabajaría bajo presiones, por lo que recibiría a un grupo de representantes siempre y cuando cesaran con las medidas que llevaban adelante y que solo perjudicaron a los vecinos de la ciudad.