Sustentabilidad y creatividad…

Juliana García Bello, la joven diseñadora de indumentaria riograndense, que triunfa en Europa, habló con diario El Sureño acerca de un nuevo certamen, una nueva colección y cómo se trabaja con la moda en tiempos de pandemia.

RIO GRANDE.- Juliana García Bello es diseñadora de indumentaria, oriunda de Río Grande, tal como describe en su sitio web GarcíaBello es una marca sustentable, en la que las prendas son construidas a partir de ropa donada, vieja o en desuso, combinadas con algodón biodegradable, crudo -sin teñir- y de producción local (Industria Argentina).
Los patrones de moldería también están pensados para no generar desperdicios del género. La costura es simple, con detalles hechos artesanalmente. Además, las mismas no tienen género y son de talle único, adaptable y regulable a diferentes tipos de cuerpos.
Actualmente, Juliana está en Holanda, nuevamente quedó junto a otras dos marcas latinoamericanas como finalista del Redress Desing Award, el certamen de moda sostenible más grande del mundo.
Bajos niveles de desperdicio, bajo impacto de materiales y procesos, con alta durabilidad y reciclabilidad, son algunas de las características de los trabajos seleccionados. Esta es, además, la primera vez que entre los finalistas se encuentran diseños de marcas latinoamericanas.
Aunque en Holanda no rige una cuarentena obligatoria Juliana reconoció que el ritmo de vida se vio afectado desde que se desató la pandemia por COVID-19: “En Holanda no estamos en cuarentena obligatoria, pero acá la gente intenta no salir tanto de la casa. Estar dentro de la casa o dentro del propio barrio. Hay medidas de distanciamiento social, en el supermercado, por ejemplo, entran menos personas. Afortunadamente, mucha gente trabaja desde su casa, como en mi caso. Así que no siento tanto la cuarentena, porque mi vida ya es bastante dentro de mi casa”, describió García Bello.
En cuanto a la comunicación con la familia, medio planeta de distancia se traduce en una diferencia horaria de 5 horas: “Cuando mi familia se levanta allá, yo acá ya estoy de tarde. Entonces hace que nos tengamos que organizar un poco, pero sí la cuarentena ayudó a la comunicación, porque mi familia que no suele estar tanto tiempo dentro de la casa de repente sí y hablamos más que antes. Somos tres mujeres, y está bueno ayudarse, escucharse, estamos la una para la otra. Y yo en el medio sigo trabajando un montón”, reconoció.
Luego de la pandemia, Juliana ya está pensando en lo que viene, cómo adaptarse a las nuevas demandas y necesidades, nuevos objetivos y premisas: “Analizo bastante el presente y pienso todo lo que pueda servir para el futuro de mis colegas y mío; aunque algunas ventas se pararon, decidí seguir trabajando. Lancé la colección que hice acá en Holanda, porque también tiene que ver con este momento y esta situación. Habla un poco de volver a la esencia, de estar conectado con uno mismo, de estar en casa. La ropa es cómoda, casi pijamesca, trabajo capa sobre capa, algo que creo que es fundamental hoy en el vestir de las personas. Y al haber hecho la colección con la gente del barrio, con modelos que son mis vecinos, en un estudio montado en el patio… me hace pensar en el futuro del trabajo, en las maneras de relacionarse para hacer la tarea, cuán necesario es moverse de donde uno está realmente”, describió la diseñadora.
En cuanto al Redress Design Award, explicó: “Es impresionante, porque es el concurso más grande de sustentabilidad que lo que pretende es que sus finalistas saquen conclusiones con respecto al futuro de la moda y la sustentabilidad. Si esos trabajos pueden ser viables a una escala de producción más amplia, funcionando en un sistema de textiles que no están hoy en uso o de alguna otra forma de reformulación de los textiles. El proyecto que presentamos se llama Herencia, ahí trabajo con manteles donados. Y habla un poco de eso que queda en nuestro cuerpo, que muta, que tiene ya una historia. Como, justamente, los manteles que fueron donados”, explicó.
Cada prenda de la marca GarciaBello pasa por manos de Juliana, desde la moldería, el diseño, y en el diseño remarcó que tiene una gran ayuda: “Santi es mi compañero y es quien me ayuda con las fotografías, con la prensa, con todo lo demás”.