El retroceso de los glaciares, causará escasez de agua en Ushuaia

Es sabido que los glaciares de las montañas se están reduciendo a causa del calentamiento global. Según explica el geólogo Jorge Rabassa, el fenómeno es más rápido de lo que se cree y los gobiernos deben pensar medidas alternativas para abastecer de agua a Ushuaia dentro de 20 ó 30 años.
USHUAIA.- “En no más de 30 años vamos a tener problemas, y se sabe que en el transcurso de este siglo es probable que todos los pequeños glaciares desaparezcan”, asegura el Geólogo e investigador del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), Jorge Rabassa.

Los glaciares actúan como depósitos naturales, almacenando agua durante el invierno y liberándola en verano a medida que el hielo se derrite, es por eso que si desaparecen los pequeños glaciares de los Andes fueguinos las consecuencias para Ushuaia serán terribles.

“En el sector argentino de la Isla Grande de Tierra del Fuego hay un número muy grande, cientos de pequeños glaciares de montaña que se ubican por encima del límite superior del bosque en las partes más altas de las montañas”, contó Rabassa.

Y detalló que “todos ellos son cuerpos de hielo muy pequeños que están retrocediendo muy rápidamente, en algunos casos en forma catastrófica y que es muy probable que en el transcurso de este siglo directamente desaparezcan”.

Lo que sucede es que las altas temperaturas hacen que se derrita más hielo del hielo nuevo, que se forma por acumulación y compactación de la nieve.

Este proceso que se inició alrededor del año 1977 es común a toda la cordillera patagónica, tanto del lado argentino como del chileno.

“Es una pena que esto suceda porque estamos perdiendo elementos que hacen a nuestro patrimonio natural y que en muchos casos son importantes, son recursos naturales aprovechados por el turismo o bien como en el caso de Ushuaia don de la fusión de nieves y hielos de la cuenca del Glaciar Martial, abastecen a la ciudad prácticamente en un 90% de su consumo hídrico industrial, comercial y doméstico”, explicó el científico.

El fenómeno es muy lento, será un proceso de décadas, y según el geólogo “si bien va a seguir nevando como siempre, lo que sucede es que a fin del verano como ahora, si se mira a la montaña se verá que solo hay nieve encima de los glaciares ya existentes; la nieve que cayó el invierno pasado sobre las zonas rocosas de la montaña, el propio calor que emana de la montaña hace que esa nieve se derrita muy rápidamente”.

Si desaparecen los glaciares desaparecerá esa reserva de nieve que perdura hasta el fin del verano y que garantiza que haya un caudal mínimo como para abastecer las necesidades de la ciudad de Ushuaia.

“Si desaparecen los glaciares, yo diría que los meses de febrero y marzo, la ciudad va a enfrentar muy serios problemas de agua potable”, augura Rabassa.

Sin embargo indica que “este es un proceso que no va a ser el año que viene, se va a producir a lo largo de las décadas”.
Un problema real

El investigado afirma que la búsqueda de alternativas debe ser algo en lo que ya deberían estar pensando el Gobierno Provincial y el Municipal, ya que esto no es más que el principio.

“Como no hay muchas fuentes alternativas de agua para la ciudad, cuando uno viaja desde Río Grande vemos todo rodeado de agua y nieve, pero en realidad el agua que se ve es salada, es agua del Canal, no es aprovechable para los humanos y los caudales que bajan por las distintas cuencas hídricas son en general muy reducidos”, señala.

El lago Fagnano está del otro lado de la cordillera. “El costo de bombear agua por el Paso Garibaldi sería un procedimiento antieconómico”, dice.

De esta manera, cuando la cuenca del Martial se quede sin hielo, “tristemente también va a ser el caso de seguramente muchas de las otras cuencas hídricas de los Andes fueguinos”.

Rabassa plantea que “lo que hay que pensar es cuál va a ser la decisión del Gobierno Provincial y Municipal para enfrentar una emergencia de este tipo en el futuro, porque esto no se resuelve de un día para el otro”.

Para el especialista solo basta mirar la emergencia que tuvo Ushuaia hace pocos días por un accidente humano que provocó la rotura del gasoducto. “Habría que imaginar para llevar agua a una ciudad lo que ello implica”.

Otra alternativa es el Lago Roca que está en Parques Nacionales y es un área intangible. “No sé si se podría acordar su utilización como recurso para la ciudad; estamos hablando de muchos millones de litros diarios”, asevera.

Rabassa dice que “todo esto es sin dudas producto del calentamiento global, estos glaciares están desapareciendo porque al aumentar la temperatura aumenta también la línea de nieve permanente. Si la línea de nieve permanente termina ubicándose en un extremo superior del glaciar o por encima del glaciar, quiere decir que no va a haber nieve a fin del verano sobre el glaciar. Si no hay nieve que proteja el glaciar, así como el glaciar protege a la nieve de su derretimiento temprano, la nieve sobre el glaciar lo que hace es proteger el hielo de ser afectado por los rayos solares y por eso aumentar su temperatura y derretirse”.

“Este es un problema que nuestra sociedad y las autoridades deberían plantearse, por lo menos estudiar las soluciones posibles, y tener en claro qué hacer cuando la situación se vaya agudizando con toda seguridad dentro de 20 o 30 años”, cierra.

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“Este es un problema que nuestra sociedad y las autoridades deberían plantearse, por lo menos estudiar las soluciones posibles, y tener en claro qué hacer cuando la situación se vaya agudizando con toda seguridad dentro de 20 o 30 años”
“Lo que hay que pensar es cuál va a ser la decisión del Gobierno Provincial y Municipal para enfrentar una emergencia de este tipo en el futuro, porque esto no se resuelve de un día para el otro”

Cuando la cuenca del Martial se quede sin hielo“tristemente también va a ser el caso de seguramente muchas de las otras cuencas hídricas de los Andes fueguinos”, dice Rabassa.