Resultados del Índice de Confianza a las Vacunas

Corresponde al 2023. Si bien se estabiliza la confianza y es un índice alto, no se recuperaron los valores previos a la pandemia y está un 9,1% por debajo de 2019. En cuanto al acceso, cayó 2,2% respecto de la medición de 2022. Los menores de 20 y mayores de 65 años son los que peores niveles de acceso reportan.

BUENOS AIRES.- La Fundación Bunge y Born presentó los resultados del Índice de Confianza y Acceso a las Vacunas 2023. Por quinto año consecutivo realiza este estudio interanual para analizar las variaciones en el nivel de confianza de la población respecto de la importancia, seguridad y eficacia de las vacunas -incluyendo la reticencia al tema-, y determinar la presencia de barreras de acceso a la vacunación.

El objetivo primordial es generar conocimiento que posibilite mejoras en el diseño de programas y estrategias de inmunización, y orientar de manera eficiente los recursos humanos y financieros en el marco de las políticas de salud pública.

“El ICAV nos muestra que, en términos de acceso a la vacunación, nuestro país es cada vez más desigual entre la población menos educada y la que mayor grado de estudios posee. En cuanto a la confianza, vemos que son los más jóvenes quienes menos confían, por lo que hay una necesidad de trabajar fuerte en ese área”, sostiene Gerardo della Paolera, director ejecutivo de Fundación Bunge y Born.

Índice de confianza

El índice de confianza de la población en las vacunas 2023 es de 85,2 puntos. Esto implica una baja del 0,8% respecto a 2022 (85,9), y de 9,1% respecto del primer ICAV en 2019 (93,7 puntos). Si bien es un índice alto y se ve estabilizado, hasta el momento no se recuperaron los valores previos a la pandemia.

El índice de confianza está formado por tres componentes: la efectividad, su importancia para los niños, y la seguridad. El 84,9% de las personas piensa que son efectivas; el 87,7% que son importantes para los niños, y el 90,1% que son seguras. En todos los casos los porcentajes se mantienen, con pequeñas bajas respecto al año pasado, pero un 9,4%, 8,2% y un 6% por debajo de 2019, respectivamente.

Por región: la mayor confianza se registra en la Patagonia (86,3) y el NEA (86,1), en los dos casos con leves subas respecto a 2022. Luego, la región Centro (85,7), el NOA (85,3), AMBA (84,5) y Cuyo (84,2); en todas con pequeñas bajas respecto al año anterior.

Por edad: el grupo entre 15 y 20 años aumentó levemente su confianza respecto a 2022, pero sigue siendo el que menos confía, seguido por los mayores de 65. En tanto los grupos que más confianza tienen son las personas de entre 51 y 65, luego los de 41 a 50, los de 31 y 40 y los de 21 a 30.

Por nivel educativo: las personas de menor nivel educativo (primaria incompleta) tienen una confianza mucho menor al resto, con 78,8 puntos; mientras que los de mayor educación (con posgrados o más) con 88,3 puntos.

Índice de acceso

Este índice tuvo cambios en la medición en 2022, por lo que la comparación sólo se realiza con respecto a ese año. Las dimensiones del análisis son: información sobre dónde vacunarse, costos involucrados, y en cuanto a los vacunatorios: facilidades generales de acceso, dificultad en llegar, rechazo previo, horarios y tiempos de espera.

El índice de acceso general de la población en 2023 se ubica en 67,9 puntos, un 2,2% menos que el año pasado.

Acceso por región: la Patagonia tiene el mayor índice (72,4), le siguen Cuyo (71,2), la región Centro (69,4), AMBA (68,2), NOA (63,9) y NEA (63,8).

Por nivel educativo: la desigualdad en el acceso se ve claramente al medir esta condición, que va desde 55,5 puntos para quienes tienen primaria incompleta a 81,3 en las personas con posgrados o más.

Por edad: los menores de 20 años y los mayores de 65 son los grupos que reportan niveles más bajos de acceso que el resto de los segmentos etarios.

Nuevas vacunas y refuerzos

Ante la pregunta: “Si hoy tuviéramos una vacuna contra el Dengue disponible, ¿usted se la daría? ¿Se la daría a su hijo o menor a cargo?”, 8 de cada 10 personas afirmó que se la aplicaría.

Entre quienes se aplicarían la vacuna el índice de confianza es más alto que la media, alcanzando los 89 puntos para quienes se la aplicarían y 68 para quienes no.

Es importante destacar que la encuesta se realizó entre noviembre y diciembre de 2023, al mismo tiempo que la vacuna contra el Dengue se ponía a disposición del público, para todas las personas mayores a cuatro años, hayan o no cursado la enfermedad.

En cuanto a la dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19, el relevamiento muestra un dato preocupante: cerca de la mitad de los argentinos (46%) no tiene pensado aplicarse la dosis de refuerzo. Esto puede llegar a tener efectos a mediano plazo ante una nueva ola de contagios y mayor cantidad de enfermedades graves, especialmente en pacientes de riesgo.

Se observó un marcado desconocimiento de las recomendaciones emitidas por los organismos de salud sobre aplicar al menos un refuerzo anual de la vacuna COVID-19 para la población mayor a 6 meses. Casi 4 de cada 10 encuestados (37%) consideró que dicha recomendación era falsa.

Rol de los profesionales

Sobre el rol de los profesionales de la salud en cuanto a la vacunación:

Ante la pregunta: “¿Alguna vez un médico le dijo que no se vacune a usted o su menor a cargo porque consideraba que las vacunas son inseguras?”, 2 de cada 10 encuestados afirmó haber recibido la recomendación de parte del médico de no aplicarse vacunas debido a que las consideran inseguras. A partir de esta afirmación se detectó una “asociación” entre quienes recibieron la recomendación de “no vacunar” y niveles más bajos de confianza.

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