Poli, siempre Poli

Lasserre y Escuela Municipal disputaron el domingo la final del Futsal Femenino en el Clausura. Las multicampeonas no dejaron dudas y “El Poli ya salió Campeón” fue el canto popular de la jornada.

USHUAIA.- No hay casualidades en el deporte, a lo mejor algún evento casual, fortuito ocasional que decide o inclina la balanza entre dos equipos, pero eso ocurre cuando esos dos equipos equiparan sus fuerzas y sus pretenciones, ahí si entonces el azar o la fortuna pueden hacer la diferencia, en cambio nada de fortuna tiene el relato que usted lector va a desandar a continuación.

La persiana del año calendario del Futsal se ha bajado, y en la rama femenina solo existe un dueño, un soberano, un verdadero equipo de competencia, se llama Escuela Municipal, o Poli, si usted prefiere, “Poli de mi vida” cómo reza el canto de sus jugadoras y de Anahí Vigil, la gestora intelectual de un presente arrasador en el plano local y creciente en el plano patagónico y nacional.

Por eso, el elenco Verde plagado de figuras afrontaba una nueva final, en frente Lasserre y su amor propio, Lasserre y una nueva chance de postularse a llevar a cabo lo que a esta altura del camino parece un milagro, destronar a Escuela, Lasserre un puñado de buenas jugadoras que crecen en el deporte pero que no logran congeniar una idea, una verdadera línea que les permita subir un escalón.

Porque sí, el finalista fue Lasserre, podría haber sido el Poli D tal vez, podría haber sido HAF, lo fue hace poco en Copa Ushuaia Cuervos, pero nadie, nadie, tiene las herramientas necesarias para arrebatarle un título al elenco más competitivo de la ciudad, y que no pase desapercibido ese adjetivo, “competitivo” porque eso es Escuela, una máquina de competir y de ganar, no es solo un equipo, una unidad, es un grupo de jugadoras que entienden que siempre hay un horizonte más allá, una nueva conquista, y que a estas alturas la competencia doméstica parece quedarle chica a semejante caudal de talento.

Y ahora sí, después de haber mencionado el talento, nos metemos en la final.

Lasserre fue un rival digno los primeros ocho o diez minutos del juego, trato de ser un equipo corto para no sufrir transiciones en contra, recortó los espacios para evitar las individualidades rivales, y en los pies de Gallardo a lo mejor tuvo alguna chance de gol un tanto peligrosa, Lasserre arribó a una nueva final mereciéndolo, nadie llega tan lejos de casualidad, pero Lasserre no debería conformarse con eso, es muy poco para un partido que define una estrella y más si enfrente está el actual penta campeón de la ciudad.

Si, Escuela Municipal ha ganado los últimos cinco torneos oficiales locales que disputó, más la fase provincial y patagónica de la Copa Argentina y el subcampeonato de dicha Copa a nivel nacional, y también podemos sumarle la Copa Revolución que se llevó por primera vez a cabo este año, todo lo gana Poli, todo, todo….

Es impresionante pero es así, y después de analizar durante ocho minutos o diez a su rival de turno en esta final, empezó a despedazarlo lentamente, claramente, “grandís-imamente”.

Permítanos el juego de palabras lector, porque todas las hojas de esta final tienen nombre, apellido y número: Valentina Grandis #10, así como viste y calza, la crack del Futsal Ushuaiense tuvo una final que nadie sorprende, estamos hablando sin dudas de una de las más grandes promesas de la Isla entera, dueña de un talento y una madurez a su tan joven edad que, si el deporte y la vida quiere, la llevarán seguramente al profesionalismo, a seguir por ejemplo los pasos de la gran Maca Espinoza, Vicky Ramos o Mili Gómez.

Llena los ojos ver semejante talento, semejante atrevimiento, llena los ojos ver tanta madurez y respeto de una jugadora tan jovencita.

Valentina Grandis danzó por la pista de juego, tanto así que incluso los nombres de Yasna Godoy, Sol Jara o Chechu Pino, de gran partido las tres, quedaron opacados por la descomunal función de Valentina. Abrió el marcador desparramando a Azul Pérez por el suelo, hizo también un golazo de media distancia clavando la bola en el ángulo, y otros tres golones de igual valía, porque claro, si Poli va a ganar su quinto título oficial al hilo, la crack tenía que hacer al menos cinco goles, para no desentonar vio…

Escuela se llevó el match 7-1 y gritó campeón, Escuela es una máquina de competir, siempre quiere más, siempre va por más, porque aunque Grandis con goles, caños y chiches incluidos, haya sido la estrella de la noche, todas, absolutamente todas culminaron una final de más de ocho puntos, y está bien que así sea, es lógico.

Es lógico que las Jara, las Quintana, las Pino tengan ese hambre de triunfo, es lógico porque se lo transmiten al resto y de esa forma se constituye está verdadera aplanadora verde del Futsal femenino.

Escuela es el Campeón, el Campeón del año, el Penta, el equipo más grande y ganador del Futsal femenino, no es un exceso de elogios, es la realidad, los números hablan solos. Todos los clubes están invitados a competir, a tratar de arrebatarle a Vigil y las suyas lo conseguido, pero tendrán que ser verdaderas máquinas para lograrlo, tendrán que hacer algo mucho mas allá que solo desearlo, porque sino la alegría siempre seguirá siendo Verde,

Verde  y “grandís ima”.

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