En general este suceso, devastador para el entorno, ocurre por ciertas patologías hereditarias. Entender las señales previas ayuda a tener un mejor control y hasta evitar la muerte súbita.
BUENOS AIRES.- La muerte súbita es una de las principales causas de muerte en los países occidentales y es la responsable de la mayoría de las muertes por enfermedad cardiovascular. Si bien se da, mayormente, en adultos y adultos mayores, los adolescentes no están exentos de sufrir un suceso de estas características.
Desde la Secretaría Red Nacional de RCP y Prevención de Muerte Súbita de la Federación Argentina de Cardiología (FAC), el Dr. Fabio Mennitte (MP 21598) señala que “las principales causas de muerte súbita en personas de entre 10 y 19 años se relacionan con condiciones cardíacas estructurales o eléctricas, muchas de ellas heredadas”.
En este contexto, es de vital importancia la realización de chequeos periódicos del corazón, y también, en aquellos lugares en los cuales es común que concurran muchos adolescentes, se debe contar con un DEA y personas con conocimientos de RCP.
Signos de alerta
Según datos de la OMS, actualmente hay 1.300 millones de adolescentes en el mundo y se espera que esta cifra se incremente para el 2050. Aunque las causas más comunes que afectan a adolescentes se relacionan con accidentes de tránsito, situaciones de violencia interpersonal e incluso suicidio, en lo que respecta a muerte súbita, no se disponen de datos nacionales; sin embargo, Europa muestra en sus estadísticas, que 2 o 3 de cada 100.000 jóvenes menores de 35 años mueren anualmente víctimas de esta situación.
“Es importante trabajar sobre la prevención y reconocer algunos síntomas, como ser desmayos, palpitaciones, mareos, dolor torácico sobre todo si se presentan durante la actividad física”, señala Mennitte. Todos o alguno de estos síntomas podrían ser señales de un problema cardiaco subyacente y que esto termine desencadenando un proceso fatal. Son importantes también los antecedentes familiares sobre todo si hubo muerte súbita en alguien joven.
En el caso de producirse una muerte súbita es importante saber cómo actuar mediante la técnica de RCP y el uso de DEA. “Realmente esto hace la diferencia porque cada segundo cuenta. Si se asiste a la persona con esta técnica hasta que llegue la urgencia médica, tiene muchas más posibilidades de sobrevivir”, recalca Mennitte.
Muerte súbita y deporte
Si bien, estadísticamente la incidencia de muerte súbita en esta población es muy baja, cuando sucede suele generar un gran impacto en la sociedad dado que se presume aconteció en una persona joven, sana, bien entrenada inclusive a nivel de alta competencia. La pregunta que subyace es por qué una persona con estas características puede presentar un paro cardíaco de forma repentina.
La respuesta es que probablemente esa persona tenía alguna patología cardíaca no diagnosticada que lo lleva en algún momento a presentar una arritmia grave haciendo que el corazón deje de funcionar en forma súbita.
En general la mayoría de estos episodios suceden en ámbitos extra hospitalarios, en deportistas puede darse en lugares de entrenamiento o competencia y en la población general en la vía pública, en un centro comercial, etc. En este contexto la resucitación cardiopulmonar (RCP) es vital. A nivel internacional, la American Heart Association y el European Resuscitation Council han demostrado que la implementación de programas comunitarios de RCP aumenta significativamente la tasa de supervivencia en eventos de muerte súbita. Por otro lado, es importante saber que la ley 27159 ampara legalmente a quien asista a una víctima de muerte súbita.
Todas las personas pueden aprender RCP, incluso los niños desde los 11 años pueden practicar y aplicar compresiones torácicas efectivas. “No se necesitan conocimientos médicos para salvar una vida, sólo la capacitación adecuada y el compromiso de actuar. No hay que paralizarse frente al miedo, siempre es mejor la acción que la mera observación”, dice Mennitte.
Desde la FAC, se trabaja para la concreción de acuerdos con organizaciones sociales y universidades para brindar capacitación en RCP desde un nivel básico hasta avanzado para personal de salud. “Tenemos diferentes iniciativas que ayudan a formar instructores de RCP para que ellos sean los que también capaciten en sus comunidades”, acota Mennitte. Para información sobre formación en RCP, escribir a secretariadercp.fac@gmail.com o en FB e IG como @rcp.fac.