Miles de fieles renovaron la fe

En un mensaje con firme contenido religioso, el cardenal Mario Poli hizo hincapié en el amor de Dios por cada uno de los fieles que acudieron al Santuario de San Cayetano.

Fieles concurrieron al Santuario de San Cayetano en el día del Patrono del Trabajo (Foto: Hugo Villalobos).

BUENOS AIRES (NA).- El arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli, destacó hoy la fe y el deseo de “pan, paz, trabajo y unidad” de los cientos de fieles que acudieron al Santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers.
“A este santuario vienen porque es la fe lo que los mueve y el deseo de pan, paz, trabajo, unidad para nuestra familias y de todos los argentinos”, expresó el cardenal en la misa central de la fiesta del patrono, ante una multitud de personas.
Poli eligió apartar el encuentro, uno de los más tradicionales de la Iglesia local, de cualquier coyuntura.
“Hace bien a los ojos ver que tantas familias traen a sus hijos, ya pequeños, muchos en los brazos de sus padres, para que vivan esta manifestación religiosa, aunque quieran explicarla por razones sociales o económicas”, manifestó en ese sentido.
En un mensaje con firme contenido religioso, hizo hincapié en el amor de Dios por cada uno de los fieles. “Lo dice como un porteño. Te lo quiero recordar de nuevo, nunca lo dudes, en cualquier circunstancias. Dios te ama”, afirmó en tono personalizado.
En tanto, subrayó que “el Cristo que nos salvó en la cruz de nuestros pecados preside nuestro santuario de San Cayetano y sigue salvándonos y rescatándonos hoy. Podemos hacerle las mil y una, dice el Papa, pero Él siempre está dispuesto a abrazarnos después de cada caída y nos pone de pie”.
Por otro lado, Poli le recordó a los peregrinos que siempre pueden acudir al santuario del Patrono del Pan y el Trabajo.
“Cuando se cierran todas las puertas, siempre encontrarás abiertas las del santuario del santo del pan y del trabajo. Que nos dice:´el bien que deseo para mi, también lo deseo para ti, mas no hay otro camino que rezar con frecuencia a la Virgen María´”, dijo.
Desde la 0, cuando se abrieron las puertas del santuario, cientos de fieles se acercaron a la imagen del santo para pedir y agradecer por el pan y el trabajo, en una de las fiestas más populares de la tradición católica local.
Desde la madrugada y hasta las 11:00, cuando se celebró la misa central encabezada por el Obispo de Buenos Aires, se ofrecieron oficios cada hora.
En tanto, a partir de las 13:00 y hasta las 23:00, las misas pasaron a ser cada dos horas.
Hasta el primer minuto del miércoles, los fieles aguardaron a lo largo de cinco cuadras para acercarse a la imagen del Patrono, acompañados por una madrugada invernal no tan cruda, aunque algo ventosa.